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PRAGMATISMO Y FIRMEZA 149<br />
Pero Doug le dedicó tiempo y trabajo para poder construir el carácter de su hija,<br />
porque sabía que eso era lo que ella necesitaba.<br />
Muchos de ustedes, hombres, que se muestran extraordinariamente activos a la<br />
hora de trazar, de pensar y razonar en su trabajo, llegan agotados a casa, y todas<br />
aquellas habilidades que han practicado a lo largo de la jornada laboral se evaporan<br />
nada m.is traspasar el umbral del hogar. Mientras que en su trabajo el valor les<br />
impulsa a seguir adelante, en su casa los hombres pueden convertirse en seres<br />
débiles y despreocupados. Pero. padres. también deben mostrar valor y coraje en<br />
sus casas. La vida de hogar requiere un compromiso tan grande y tenaz como el del<br />
trabajo. Asi pues. ahorren un poco de la energía laboral para emplearla en el<br />
doméstico. Estoy convencida de que si los padres reservaran nada mas que un<br />
veinte por ciento de la energía intelectual, física, e incluso emocional que emplean<br />
en su trabajo, y la aplicaran a sus relaciones familiares, viviríamos en un país<br />
completamente distinto. Y no me estoy refiriendo a que se llegue a casa y se ponga<br />
uno a hacer domésticas o a revisar los trabajos escolares de los hijos. Hablo de<br />
entregarse un poco mas a la familia como esposo y como padre. Mucho de lo que<br />
usted puede hacer por su hija no es más que involucrarse en su conversación y<br />
escucharla. Por lo general, los hombres hablan poco, pero saben escuchar. Su<br />
cerebro resolutivo puede ana-<br />
lizar lo que le dice su hija, y usted puede ayudarla a pen sar formas de salir de<br />
situaciones conflictivas. En ningún sitio es más necesaria su fortaleza masculina y su<br />
valor que en su propia casa. Las mayores dificultades, las alegrías y las<br />
penas de la vida, brillan o pierden su lustre precisamente en el hogar;<br />
y lo que usted haga en él puede establecer la diferencia entre mantener unida a una<br />
familia o hacer que se disperse<br />
Usted no puede mantener una buena relación con su esposa ni con sus hijas si<br />
nunca está en casa. No podrá mantenerla a menos que esté a su lado. Es posible<br />
que no le apetezca, pero es ahí donde se ha de mostrar su valor. Es necesario que<br />
esté a su lado. las escuche y conozca las frustraciones y la hostilidad femeninas.<br />
Nosotras —las hijas, madres y esposas— necesitamos que ustedes estén ahí. que nos<br />
aporten su coraje y ese raciocinio bien orientado que resuelve las situaciones.