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84 PADRES FUERTES, HIJAS FELICES<br />
ta de que está a su lado. Hágale preguntas y escúchela. Las chicas odian sentirse invisibles.<br />
Sin su atención se sienten inseguras y no queridas. No corneta el error de pasar muy poco tiempo<br />
o de prestar muy poca atención a su hija. Es posible que lo lamente durante toda su vida.<br />
No se preocupe si el tiempo que pasa con ella no es muy agradable. Llévela a dar un paseo por<br />
el parque. Si termina discutiendo sobre su novio no estará mal, porque incluso la discusión es<br />
una forma de unión entre ustedes. No tendría ocasión de discutir si no se preocupase por ella;<br />
cosa que su hija reconocerá, tanto si lo confiesa más tarde como si no. Esas discusiones no son<br />
necesariamente lo mejor que puede pasar entre usted y su hija, pero no tienen por qué dañarles.<br />
La única norma que debe seguirse es que cuando se termina una discusión, se ha terminado. No<br />
vuelva a ella. Póngale fin y pase a otra cosa antes de que se acabe el día. Y la próxima vez vuelva<br />
a invitarla a salir.<br />
Cuando la saque, no la lleve muy lejos. Pídale que se siente con usted en el porche, que le<br />
ayude en la cocina o que trabaje con usted en el garaje, aunque sea durante un rato. Lo que<br />
importa es que cuando usted muestra auténtico interés en estar con ella, su hija se siente más<br />
unida a usted. Así pues, concédale tiempo y atención, y pronto verá cómo ella siente que su<br />
padre la quiere.<br />
Préstele atención<br />
A las chicas les gusta hablar más que a los chicos, y más que a los padres. Para ellas es saludable<br />
hablar mucho; pero eso puede ser un problema para usted, porque los hombres son expertos en<br />
desconectar. Usted tiene un montón de cosas en la cabeza, es menos oral que las mujeres y,<br />
además, todos nosotros, cuando estamos preocupados por algo, tendemos a no prestarle mucha<br />
atención a los demás.<br />
Por consiguiente, cuando estén juntos probablemente sea ella la que hable más. Limítese a<br />
escucharla pacientemente, pero de verdad, no trate de fingir interés. Las hijas se dan cuenta<br />
inmediatamente cuando los padres no las atienden. Lo que ha de evitar —para que ella no se vea<br />
frustrada y emocionalmente distanciada— es pre-