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83899389-Padres-Fuertes-Hijas-Felices

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ENSÉÑELA A LUCHAR 219<br />

iban bien en la universidad, pero al padre<br />

le parecía que le estaba mintiendo.<br />

—¿Por qué nunca te veo comer? —<br />

le preguntó un día. Ella le miró<br />

enojada.<br />

—No trates de controlarme. Eres un tipo<br />

controlador, papá. ¿No te has dado cuenta<br />

de que ya soy una persona adulta? Mamá<br />

me trata así, y no sé por qué tú no haces lo<br />

mismo. Debí habérmelo pensado mejor antes<br />

de venir a tu casa en estas vacaciones. Mamá<br />

me lo advirtió.<br />

A Tom se le partió el corazón. No sabía qué<br />

pensar ni qué hacer. Llamó a una amiga<br />

médico. Ésta le dijo que probablemente<br />

Jackie tenía una alteración dietética.<br />

Después de varios meses de intenso<br />

tratamiento médico, me senté un día en mi<br />

consulta con Tom y su hija. Ella se mostraba<br />

tranquila y reflexiva. Él también se<br />

encontraba sereno.<br />

—Papá, lo que pasa es que no lo<br />

entiendes. Yo me siento gorda. Ya sé que tú<br />

no piensas lo mismo, pero yo sí. Los<br />

sentimientos, los pensamientos de que estoy<br />

gorda me asaltan continuamente —susurró<br />

con pesar.<br />

—Jackie —dijo Tom con firmeza—. Dime eso de nuevo.<br />

—¿El qué?<br />

—Esos pensamientos; cuéntame lo que<br />

ellos te dicen. Quiero oírlo.<br />

Él sabía la identidad de tales<br />

pensamientos, porque los había escuchado<br />

cientos de veces. Pero no se trataba de eso.<br />

—Vamos, papá, ya los sabes. Me dicen<br />

que soy fea. Si perdiera unos cuantos kilos<br />

gustaría más a los chicos. Bueno, eso me<br />

importa poco. Lo que no puedo evitar es<br />

pensar que si perdiera unos cuantos kilos me<br />

sentiría mucho mejor.<br />

—Gracias —le respondió Tom—. Pero esos<br />

pensamientos no son tuyos. Es la<br />

enfermedad la que está hablando. ¿Podrías<br />

arrojarla lejos de ti? ¿Podrías matarla? No<br />

eres tú, cariño. Son esas voces que hay en<br />

tu cabeza las que están equivocadas.<br />

Jackie bajó la mirada, frustrada. No<br />

discutió. En el fondo de su corazón sabía que<br />

su padre tenía razón. Confiaba en él. Su padre<br />

era inteligente y amable, aunque pudiera<br />

haber cometido algunos grandes errores.

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