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83899389-Padres-Fuertes-Hijas-Felices

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ENSÉÑELE HUMILDAD 97<br />

hecho, «dones» por los cuales se ha de sentir agradecida, y no orgullosa.<br />

Veamos seguidamente el caso de un padre que supo gozar de la humildad.<br />

En un principio, Andy quería ser sacerdote. Ingresó en el seminario, pero pronto se dio cuenta<br />

de lo mucho que deseaba casarse. Así que abandonó el seminario, ingresó en la Facultad de<br />

Medicina y ahora es un médico muy reconocido, que da clases en un importante hospital de<br />

Pennsylvania.<br />

Aunque Andy abandonó la idea de hacerse sacerdote, jamás perdió la fe. Su amor a Dios y sus<br />

oraciones siguieron muy vivos en él. Tenía tres hijas, y llegó un día en que decidió hacer un<br />

viaje con Amy, su hija mediana. Estaba convencido de que ambos tenían que hacer algo juntos.<br />

Cuando Amy cumplió los diecisiete años, la llevó a la República Dominicana como miembro de un<br />

equipo médico compuesto por quince voluntarios. Era verano. La temperatura rozaba los treinta<br />

y ocho grados. Cogieron un viejo autobús escolar para llegar a la aldea en la que iban a prestar<br />

gratuitamente sus servicios médicos.<br />

Los médicos se instalaron en un cuarto de bloques de cemento, prepararon mesas de camping<br />

como mesas de exploración y organizaron su equipo. Los otros voluntarios del equipo se<br />

dedicaron a desinfectar el lugar, barrer el suelo y preparar las lámparas.<br />

Yo también estaba allí, y pude observar el trabajo de Andy. Era profundamente paciente y<br />

amable; hablaba siempre en tono bajo, sin que le importaran las incomodidades del precario<br />

hospital.<br />

Una tarde vi que estaba hablando y rogándole algo a una mujer. Ella, a punto de llorar, le<br />

contestaba de forma brusca, y terminó saliendo violentamente del cuarto.<br />

Andy se repuso y terminó de ver al resto de los pacientes; después se subió al destartalado<br />

autobús escolar, antes de que los demás terminaran su jornada de trabajo. Amy iba con él. Andy<br />

—que es un hombre alto y fuerte— se sentó y se cubrió el rostro con las manos. Sentada un poco<br />

más atrás, pude escuchar su conversación.

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