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ENSÉÑELA A CONOCER A DIOS 193<br />
mos enfrentando al hecho de la fe. Eso está bien. Pero usted no tiene por qué proporcionarle<br />
todas las respuestas, y puede mantener una postura sincera, de total sencillez.<br />
Los niños siempre quieren saberlo todo sobre Dios.<br />
Sus preguntas son intuitivas. Si usted no proporciona<br />
una guía a su hija, ella buscará las respuestas por su<br />
cuenta; lo que quiere decir que su autoridad quedará<br />
suplantada por la de otra persona. Así es como se<br />
generan los nuevos cultos. Usted no le pediría a su hija<br />
que le preparase un plato exquisito para cenar sin darle<br />
previamente la receta. Y Dios es más importante que<br />
una cena.<br />
Tanto si usted es cristiano, judío o hindú, cuando su<br />
hija le pregunte algo sobre Dios, es necesario que le dé<br />
una respuesta que le sirva para que pueda pensar<br />
sobre ello. Su hija necesita oírlo de usted. Y para la<br />
mayoría de los padres eso significa ofrecerle a ella la fe<br />
que usted profesa en Dios; esa fe que usted aprendió,<br />
entre otros momentos importantes, cuando contemplaba<br />
a su hija durmiendo.<br />
¿Por qué Dios?<br />
¿Por qué necesita su hija que le hable de su fe y de su<br />
forma de comprensión de Dios? Bueno, Carl Jung<br />
escribió que: «Entre mis pacientes de la segunda parte<br />
de mi vida... no ha habido tan siquiera uno cuyo<br />
problema no estuviese vinculado con una visión religiosa<br />
de la vida. Vale la pena decir que todos ellos enfermaron<br />
porque habían perdido lo que los seres religiosos de todos<br />
los tiempos han proporcionado a sus seguidores; y<br />
ninguno de ellos llegó a curarse realmente sin haber<br />
recuperado esa visión religiosa». O, para decirlo más<br />
sencillamente, su hija necesita a Dios por dos razones:<br />
porque necesita ayuda y porque necesita esperanza. Dios<br />
le proporciona esa ayuda y le promete que su futuro<br />
será mejor.<br />
No importa lo influyente que pueda ser en su profesión, o lo rico o trabajador que sea; no<br />
puede encargar esta tarea a otros, sólo puede ser usted quien le ofrezca esa información a su hija.<br />
Muchos hombres no quieren enfrentarse a ese hecho. Pero usted puede proteger a su hija de todas<br />
las penas y de todos los sufrimientos. Cuando una persona se siente verdaderamente mal, recurre<br />
a Dios. La reacción es natural e instintiva. Lo veo continuamente. Pero cuando su