You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
174 Concordancia <strong>de</strong> los evangelistas<br />
conocemos por el Contra Faustum y las <strong>de</strong>l De consensu, si<br />
exceptuamos la referida a las genealogías y a la escena <strong>de</strong><br />
curación <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong>l centurión n. El examen <strong>de</strong> los textos<br />
<strong>de</strong>l Contra Faustum con paralelos en el De consensu no<br />
nos parece que aporte datos suficientes para tal afirmación.<br />
Con todo, excluidos los paganos como los adversarios<br />
principales a los que Agustín quiere refutar, a pesar <strong>de</strong> la<br />
objeción anterior, sólo cabe pensar en los maniqueos. Y ello<br />
no sólo por exclusión, sino porque hay otros elementos<br />
que apuntan en esa dirección. Destacamos que aquí (1,7,10;<br />
3,7,10) como en otros textos antimaniqueos 18 recurra, refiriéndose<br />
a ellos, a los conceptos <strong>de</strong> imperitia y <strong>de</strong> temeritas;<br />
que aparezcan contrapuestos a los infi<strong>de</strong>les y que en un<br />
sermón se sirva para <strong>de</strong>scribir a los maniqueos <strong>de</strong> la expresión<br />
qui voluntfi<strong>de</strong>m <strong>de</strong>rogare libris evangelicis i», la misma<br />
con que los <strong>de</strong>scribe en De consensu 20 .<br />
Ahora bien, la lectura <strong>de</strong>l De consensu <strong>de</strong>ja una sensación<br />
extraña. Resulta misterioso -<strong>de</strong>cíamos- que Agustín no<br />
mencione explícitamente a sus adversarios, contra su praxis<br />
habitual <strong>de</strong> polemista. Aunque es evi<strong>de</strong>nte que se enfrenta a<br />
objeciones provenientes <strong>de</strong> los maniqueos, no parece que la<br />
obra pueda ubicarse en la polémica antimaniquea. Se nos<br />
ocurre pensar que, aunque la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> componer la obra<br />
tuvo su origen en el <strong>de</strong>bate contra ellos, Agustín quiso darle<br />
un carácter general que fuese más allá <strong>de</strong> la crítica puntual.<br />
Dicho <strong>de</strong> otra manera: con ocasión <strong>de</strong> las críticas originadas<br />
en los círculos maniqueos, Agustín quiso dar una respuesta<br />
más amplia, no sólo a las objeciones reales <strong>de</strong> sus antiguos<br />
correligionarios, sino también a las posibles <strong>de</strong> cualquier<br />
proce<strong>de</strong>ncia, incluidas, por supuesto, las apenas perceptibles<br />
<strong>de</strong> los paganos, sin olvidar las dificulta<strong>de</strong>s que podían<br />
experimentar los mismos católicos (1,7,10). Sorpren<strong>de</strong> en<br />
concreto la falta <strong>de</strong> toda referencia, aunque sea sutil, a la<br />
doctrina maniquea (<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado los problemas <strong>de</strong> armo-<br />
17 Aunque aquí la crítica <strong>de</strong> Fausto llega por la mención <strong>de</strong> Abrahán, que le hace<br />
pensar en una interpolación, prueba ulterior <strong>de</strong> la cual sería la contradicción entre los<br />
evangelistas que la narran.<br />
" Cf. De moribus ecclesiae catholicae 1,17,30; 1,24,45; 1,25,46; Contra Adimantum<br />
3,4; 13,4; 17,5; 20,2; Contra Secundinum maniquaeum 23; De genesi<br />
contra Maniquaeos 1,22,33; Contra Faustum 12,3; 15,9; 20,5.14.<br />
's Sermo 51,6,9- Aunque este texto es muy posterior.<br />
20 -Vel imperita temeritate calumniis appetunt, ut eis veracis narrationis <strong>de</strong>rogent<br />
fi<strong>de</strong>m- (1,7,10).<br />
Introducción 175<br />
nía entre los evangelios). Mucho más presente está, sin embargo,<br />
la polémica antidonatista. La preocupación <strong>de</strong> Agustín<br />
ya parece más antidonatista que antimaniquea. Veamos<br />
esta presencia donatista.<br />
Al ocuparse <strong>de</strong>l número 40, presente en la genealogía<br />
ofrecida por Mateo, Agustín señala que simboliza el tiempo<br />
en que conviene que Cristo nos gobierne en esta tierra secundum<br />
disciplinan! laboriosam. Luego cita a Heb 12,6,<br />
Sal 2,96 y 1 Pe 4,17-18, para concluir: -Con esta disciplina<br />
gobierna a los buenos y tritura a los malos, que son mencionados<br />
como si fuesen los mismos, en atención a los sacramentos<br />
que tienen en común con los buenos» (2,4,8; cf.<br />
también nota ad hoc). No resulta difícil ver aquí una alusión<br />
a los donatistas.<br />
Al armonizar Jn 1,33 con Mt 3,14, nos ofrece la misma<br />
interpretación antidonatista que en Tractatus 5 (2,15,32).<br />
Refiriéndose a la escena <strong>de</strong> Emaús, don<strong>de</strong> no hay problemas<br />
mayores <strong>de</strong> armonización, se <strong>de</strong>tiene en comentar el<br />
hecho <strong>de</strong> que los discípulos no le conocieron hasta la fracción<br />
<strong>de</strong>l pan. Según él, el hecho encierra un «misterio», a<br />
saber: nadie ha <strong>de</strong> pensar que ha conocido a Cristo si no<br />
participa <strong>de</strong> su cuerpo, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> la Iglesia, cuya unidad<br />
encarece el Apóstol en el sacramento <strong>de</strong>l pan (3,25,72).<br />
Para armonizar Me 8,39 con Mt 12,30, asocia otros<br />
textos como Mt 10,40 y 25,40.45, Le 10,16 y Hech 9,4, y<br />
concluye con lo que es pensamiento suyo en la polémica<br />
antidonatista. Así escribe: -Lo que <strong>de</strong>bieron prohibirle era<br />
estar fuera <strong>de</strong> su compañía, no aquello en que estaba con<br />
ellos... Así actúa la Iglesia al no reprobar en los herejes los<br />
sacramentos comunes; en lo que a éstos respecta, ellos están<br />
con nosotros y no contra nosotros. Pero <strong>de</strong>saprueba y prohibe<br />
la división y separación o alguna sentencia contraria a la<br />
paz y a la verdad; pues en esto están contra nosotros, porque<br />
en esto no están con nosotros...» (4,5,6). Estos herejes son<br />
obviamente los donatistas.<br />
Me 9,40 le ofrece una nueva oportunidad para hablar <strong>de</strong><br />
los donatistas y una vez más sin nombrarles. El compara a<br />
aquellos -que no se atreven aún a recibir los sacramentos <strong>de</strong><br />
Cristo, y sin embargo favorecen el nombre cristiano, hasta<br />
acoger a cristianos por el único motivo <strong>de</strong> que son cristianos»<br />
con los malos cristianos. A partir <strong>de</strong> aquí Agustín pasa a