SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

504 Concordancia de los evangelistas 3,2,7
el temor que había concebido en su ánimo, temor tan intenso
que podría perdurar hasta negar tres veces al Señor, la
triple negación en su totalidad hay que adjudicarla al momento
en que le invadió el temor que le hizo capaz de
negarle tres veces.
Supongamos que, oprimido el vientre a fuerza de preguntas,
comenzaron a salir fuera las palabras de la negación
después del primer canto del gallo. Ni siquiera entonces
sería absurdo y engañoso decir que le había negado tres
veces antes del canto del gallo, puesto que con anterioridad
a él su mente se había visto cercada por un temor tan grande
que le podía llevar a negarle tres veces. Debe causar aún
menos dificultad, puesto que la triple negación, incluso
hecha en tres momentos, comenzó antes del canto del gallo,
aunque no concluyó antes del primer canto. Sucede como si
a alguien le dijeran: -Esta noche, antes de que el gallo cante,
me escribirás una carta, en la que me injuriarás tres veces-; si
la comenzase a escribir antes de que cantase el gallo y la
concluyese después del primer canto, no por eso había que
decir que era falso lo dicho antes.
Marcos, pues, se expresó más claramente " acerca de los
intervalos entre las distintas negaciones; él puso en boca del
Señor ts-. Antes de que el gallo cante dos veces, me vas a
negar tres. Que sucedió así aparecerá cuando lleguemos al
que uerbis ederet timorem, quem tam uehementem animo conceperat,
ut perdurare posset usque ad tertiam Domini negationem, tota trina
negatio ei tempori deputanda est, quando eum trinae negationi sufficiens
timor inuasit. Ex quo etiam si post primum galli cantum inciperent
pulsato interrogationibus pectore uerba illa negationis erumpere,
nec sic absurde adque mendaciter ante galli cantum ter negasse diceretur,
quando ante galli cantum tantus timor obsederat, mentem, qui eam
posset usque ad tertiam negationem perducere. Multo minus igitur
tnouere debet, quia trina negatio etiam trinis negantis uocibus ante galli
cantum coepta, etsi non ante primum galli cantum peracta est. Tamquam
si alicui diceretur [278] 'hac nocte, antequam gallus cantet, ad me
scribes epistulam, in qua mihi ter conuiciaberis', non utique, si eam
ante omnem galli cantum scribere inciperet et post primum galli cantum
finiret, ideo dicendum erat falsum fuisse praedictum. Marcus ergo
de ipsarum uocum interuallis planius elocutus est, qui dixit ex persona
Domini: priusquam bis gallus uocetn dederit, ter me es negaturus
(Me 14,30). Ita gestum esse apparebit, cum ad eundem locum narratio-
•" Aquí Marcos deja de lado las exigencias de la brevitas, en favor de la claridad
(planius elocutus esf).
" Cf. notas 80 y 452 del libro anterior.
3, 2, 8 Libro III 505
pasaje mismo del relato evangélico, para que también allí
quede evidencia de que los evangelistas van de acuerdo.
8. Si se pregunta cuáles fueron las palabras exactas
que profirió el Señor a Pedro, no se pueden descubrir y su
búsqueda es superflua, puesto que su sentencia, a cuyo conocimiento
sirven las palabras, puede ser conocidísima aun
en las palabras diferentes de los evangelistas 19. Así, pues, no
se podrá detectar aquí ninguna contradicción entre los evangelistas,
porque ninguna existe. Tanto si Pedro, afectado por
los diversos pasajes de los discursos del Señor, formuló tres
veces por separado su presunción y el Señor le predijo otras
tres veces su negación -resultado más probable de la indagación-,
como si, ordenando de alguna otra manera el relato,
se pueden reducir a unidad 20 los recuerdos de todos los
evangelistas, y se demuestra que el Señor predijo una única
vez al presuntuoso Pedro que le había de negar.
PRESENTACIÓN SEGÚN EL ORDEN REAL
3 9- Sigamos ahora ya, en cuanto nos sea posible, el
orden (real), combinando los datos de todos los evangelistas
2 !. Dado que, según Juan, se predijo eso a Pedro, sigue el
mismo Juan e hilvana el discurso del Señor que dice: No se
nis euangelicae uenerimus, ut etiam ilüc ostendatur euangelistas sibi
congruere.
8. Si autem quaeruntur ipsa omnino uerba, quae Petro Dominus
dixerit, ñeque inueniri possunt et superfluo quaeruntur, cum sententia
eius, propter quam cognoscendam uerba proferuntur, etiam in diuersis
euangelistarum uerbis possit esse notissima. Siue ergo diuersis sermonum
Domini locis commotus Petrus singillatim ter enuntiauerit praesumtionem
suam et ter ei Dominus suam negationem praedixerit, sicut
probabilius indagatur, siue aliquo narrandi ordine possint omnium
euangelistarum commemorationes in unum redigi, quibus demonstretur
semel Dominum praedixisse Petro praesumenti, quod eum negatu-
(1163)ms esset, nulla hic euangelistarum repugnantia deprehendi poterit,
sicut nulla est.
3. 9. Nunc ergo quantum possumus ipsum ex ómnibus ordinem
iam sequamur. Cum itaque secundum Iohannem hoc Petro praedictum
esset, sequitur idem Iohannes et conserit [279] Domini sermonem di-
19 Nueva relativización del valor de las palabras, cuando lo que importa es la
sententia. Cf. nota 197 del libro anterior.
2» Es el sueño de Agustín: hacer de los cuatro relatos evangélicos una única
narratio. una especie de Diatésaron.
" Cf. nota complementaria 6: 'Ordo-.