SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

82 Anotaciones al libro de Job 28,9
de justicia. Y extendió su nube sobre él: la carne que tomó
el Señor. Acordonó con un precepto el rostro del agua: los
pueblos. Hasta extinguirse la luz: hasta el final de esta vida,
es decir, hasta el fin del mundo. O hasta la consumación, es
decir, la perfección de los hombres de quienes se dijo: en
otro tiempo fuisteis tinieblas, pero ahora sois luz en el
Señor. Las columnas del cielo se tambalearon y se estremecieron
ante su amenaza: esto le ocurrió a Pedro por obra
de Pablo. Con su poder calmó el mar: hizo que se serenara
el mundo de donde procedían las persecuciones contra la
Iglesia. El que las columnas del cielo se tambalearan ante su
amenaza puede interpretarse también así: los más robustos
de la Iglesia se echaron a temblar pensando en los más débiles
ante la amenaza del Señor que permitía la tentación de las
persecuciones. En efecto, la columna pregona a los cuatro
vientos: ¿Quién desfallece que no desfallezca yo? ¿Quién
se escandaliza que yo no me abrase? Con su sabiduría
hirió al cetáceo. Dice que el diablo fue herido con el dolor,
por el que los justos no cedían a sus insinuaciones. Y las
puertas del cielo le temen: sean los ángeles, sean los que
recibieron las llaves del reino de los cielos. Una orden suya
dio muerte al dragón desertor: al mismo llamó también
cetáceo. Pero ahora muestra cómo fue herido, cuando recibieron
la orden quienes renunciaron a él. Estos son los
iustitiae. Et extendit super eum nubem suam (Iob 28,9): carnem
quam Dominus suscepit. Praeceptum circumdedit super faciem
aquae: populos. Vsque ad consummationem lucís (Iob 28,10): huius
uitae finem, hoc est finem saeculi, aut quousque consummentur, id est
perficiantur nomines, quibus [563] dictum est: fuistis enim aliquando
tenebrae; nunc autem lux in Domino (Eph 5,8). Columnae caeli
contremuerunt et obstupuerunt ab increpatione eius (Iob 26,11):
quod contigit Petro per Paulum (cf. Gal 2,11). Virtute sua sedauit
mare (Iob 26,12): placauit saeculum, a quo persecutionem patiebatur
ecclesia. Vnde etiam columnas caeli contremuisse ab increpatione eius
potest hoc modo intellegi, ut robustissimi ecclesiae contremuerint pro
infirmis ab increpatione Domini permittentis tentationes persecutionis.
Columna enim clamat: quis infirmatur, et ego non informar? Quis
scandalizatur, et ego non uror? (2 Cor 11,29). Et prudentia eius
uulneratus est cetus (Iob 26,12): uulneratum dicit diabolum dolore,
quo ei iusti non cedebant. Et claustra caeli metuunt eum-. uel angeli
uel qui acceperunt claues regni caelorum. Praecepto autem peremit
draconem desertorem (Iob 26,13): eundem dixit et cetum. Sed nunc
ostendit quomodo sit uulneratus, eum praeceptum acceperunt qui ei
26,14 Capítulo 27 83
tramos de su camino: por los que se llega a Dios. Y el poder
de su trueno, ¿quién lo comprenderá cuando ocurra? Llama
trueno al grito clarísimo de su manifestación, o quizá
también a aquel torrente de voz que dio a través del hijo del
trueno: En el principio existía la Palabra, y la Palabra
estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La disposición
del texto sería: Cuando ocurra, ¿quién podrá comprender el
poder de su trueno?
CAPÍTULO 27. Y el aliento divino en mis narices.
Aquí se pone de relieve que todo cuanto dice Job tiene base
profética y que conoce proféticamente que esos consoladores
están llenos de engaño. Lejos de mí llamaros justos
hasta que muera: aunque me persigáis hasta la muerte,
porque os reprendo con libertad. Pues tampoco yo apartaré
al inocente: ni siquiera a vosotros. No me considero
responsable de haber hecho algo malo: con relativa frecuencia
suelen perdonar a otras personas los que temen se
les eche en cara algún hecho cierto y comprobado. ¿Qué
esperanza puede tener el malvado? El que espera. Y para
que nadie pensara que deseaba mal a sus enemigos, pone
aquí de manifiesto con qué intención lo dijo. No era otra que
minar la maldad de sus enemigos y hacer que su orgullo
quedase muerto. Y esto ocurre cuando el alma, rea de maldad,
se ve liberada de ésta. La liberación tiene lugar a través de la
confesión del hombre que hace penitencia y de la gracia de
renuntiauerunt. Ecce haepartes uiae eius: qua ad Deum uenitur. Virtutem
autem tonitrus eius quis sciet, quando faciet? (Iob 26,14). Tonitrum
dicit euidentissimam uocem manifestationis eius, aut illam forte
uocem, quam dedit per filium tonitrus: in principio erat Verbum et
Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum (lo 1,1), ut sit ordo:
quando faciet, utrum quis sciet uirtutem tonitrus eius?
27. Et Spiritus diuinus in naribus meis (Iob 27,3): hic ostenditur
prophetice eum dicere quae dicit et prophetice cognoscere quia isti
consolatores eius dolo pleni sunt. Absit a me iustos uos dicere, doñee
moriar: etiamsi usque ad [564] mortem persequamini me, quia uos
libere reprehendo. Nec enim separabo innocentem (Iob 27,5): ne uos
autem. Nec enim conscius sum mihi iniquum quid commisisse (Iob
27,6): illi enim solent plerumque alus parcere, qui metuunt sibi aliquid
ueri obici. Quae enim spes est inpio? Quia expectat (Iob 27,8).
Ne quis putaret male eum optasse inimicis suis, hic aperuit quo animo
dixerit. Inpietatem quippe illorum uult euerti et perire superbiam:
quod fit eum soluitur ab inpietate anima quae tenebatur rea; soluitur
autem per confessionem (853) paenitentis hominis et gradara ignos-