25.04.2013 Views

SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

706 Notas complementarias<br />

sión en que la atribuye a Mateo (Mt 27,19: la mujer <strong>de</strong> Pilato)<br />

(3,13,46), las <strong>de</strong>más las atribuye a Lucas, <strong>de</strong> quien dice que es una<br />

costumbre (ut solet) (3,1,2). Helas aquí: Le 8,19-21: los parientes <strong>de</strong><br />

Jesús (2,40,87); Le 4,l6ss: presencia enNazaret (2,42,90); Le 3,19-20:<br />

prisión <strong>de</strong> Juan Bautista (2,44,92); Le 23,45: oscurecimiento <strong>de</strong>l sol y<br />

rasgadura <strong>de</strong>l velo <strong>de</strong>l templo (3,16,56); Le 13,34-35; amenazas contra<br />

Jerusalén (2,75,145); Le 17,22-37; el día <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l hombre<br />

(2,77,151); Le 22,15-18: primera mención <strong>de</strong> la copa (3,1,2).<br />

Tanto respecto a la recapitulatio como a la praeoecupatio se ha <strong>de</strong><br />

recordar lo dicho respecto al ordo en general, a saber: que carece <strong>de</strong><br />

importancia en sí con relación a la verdad, siempre que no signifique<br />

una contradicción interna o con referencia a los <strong>de</strong>más evangelistas,<br />

entre otras cosas porque la memoria <strong>de</strong> quien <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> está regulada por<br />

Dios, como el ordo en general (2,21,51) (cf. nota complementaria 6:<br />

«Ordo-).<br />

Al dar esta explicación <strong>de</strong> las divergencias en el ordo, Agustín, una<br />

vez más, quiere hacer ver cómo las dificulta<strong>de</strong>s tienen su solución sin<br />

salirse <strong>de</strong>l ámbito literario. En efecto, él coloca explícitamente la recapitulatio<br />

en ese contexto al compararla con la praxis <strong>de</strong> los oradores:<br />

-como se acostumbra en un discurso a volver en cierto modo a algo ya<br />

omitido- (2,47,100).<br />

Conviene, sin embargo, anotar una pequeña diferencia. La recapitulatio<br />

o la praeoecupatio <strong>de</strong>l orador es resultado <strong>de</strong> libre elección, por<br />

motivos estéticos o como exigencia <strong>de</strong> la narratio brevis. En cambio, la<br />

recapitulatio y la praeoecupatio <strong>de</strong> los evangelistas, tal como la presenta<br />

Agustín, normalmente no es opción personal <strong>de</strong> ellos, sino simple<br />

resultado mecánico <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> la memoria, que no funciona<br />

<strong>de</strong> forma programada, sino con frecuencia ex occasione (2,44,92), o<br />

por don, obviamente <strong>de</strong> Dios. En este contexto, lo más a que se pue<strong>de</strong><br />

llegar es a poner esa elección en Dios, dado que es él quien rige y<br />

gobierna la memoria <strong>de</strong>l evangelista (cf. nota complementarias 15;<br />

Memoria y 18: Inspiración). En este caso, sería Dios, más que el<br />

evangelista, el responsable al respecto. Con todo, Agustín menciona un<br />

caso referido a la recapitulatio, y otro a la praeoecupatio en que<br />

aparece como conscientemente buscada por el evangelista: me refiero a<br />

Me 15,25, para el primero. La introducción por Marcos, piensa Agustín,<br />

<strong>de</strong> ese texto como recapitulatio sirve a un propósito especial <strong>de</strong>l autor:<br />

significar algo que sólo hallará quien lo busque; en concreto, mostrar<br />

quiénes fueron los auténticos responsables <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Jesús<br />

(3,13,42). De modo semejante, la praeoecupatio que representa Le<br />

4,17ss no es fortuita, sino consciente; para Agustín resulta evi<strong>de</strong>nte por<br />

el hecho <strong>de</strong> que menciona cosas que sabe muy bien que no ha narrado;<br />

en ese contexto, no cabe el olvido (2,42,90).<br />

El advertir si existe tal recapitulatio o no, es resultado <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración<br />

atenta <strong>de</strong>l texto, en concreto <strong>de</strong> los transitus <strong>de</strong> un período a<br />

otro. Especial atención merecen las referencias cronológicas en ellos<br />

(2,17,39; 2,78,153), o la falta <strong>de</strong> todo nexo con lo anterior y lo posterior<br />

(2,40,87). La comparación con otro evangelista que tal vez señale<br />

claramente el ordo rerum es <strong>de</strong> gran valor al respecto (2,42,92). Con<br />

todo, no siempre se obtiene la certeza (2,17,39). A<strong>de</strong>más, a veces se<br />

obtiene la seguridad <strong>de</strong> que algo está colocado fuera <strong>de</strong>l ordo, pero<br />

Notas complementarias 707<br />

resulta difícil <strong>de</strong>limitar si trata <strong>de</strong> un recapitulare o <strong>de</strong> un praeoecupare<br />

(2,19,44; 2,23,54; 2,30,70; 2,47,100; 3,2,5; Quaest. in Hept.<br />

7,310.11). El problema se reduce, pues, a saber qué evangelista, en un<br />

caso <strong>de</strong>terminado, sigue el ordo rerum y cuál únicamente el ordo<br />

recordationis (2,30,70).<br />

En <strong>de</strong>finitiva, quiere <strong>de</strong>cir Agustín, una sensibilidad literaria que<br />

permita captar los recursos estilísticos, en este caso la prolepsis y la<br />

anacephalaiosis <strong>de</strong> que se han servido los autores sagrados, disipará las<br />

dudas sobre la veracidad <strong>de</strong> sus relatos.<br />

[24] Datos repetidos. Cuando un hecho o sentencia es relatado<br />

por dos evangelistas <strong>de</strong> forma casi idéntica o al menos parecida, pero no<br />

resulta posible la i<strong>de</strong>ntificación, antes <strong>de</strong> negar la verdad al relato evangélico<br />

hay que aceptar otra solución: el hecho o sentencia fue realizado<br />

o pronunciada por el Señor en más <strong>de</strong> una ocasión.<br />

Agustín tien<strong>de</strong> a constituir en regla general casos concretos. Así, por<br />

ejemplo, <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que según Mateo por dos veces se le pi<strong>de</strong> a Jesús<br />

una señal <strong>de</strong>l cielo (Mt 16,1-4 y 12,38-39) concluye que el Señor dijo<br />

las mismas cosas en más <strong>de</strong> una ocasión, y a continuación extrae el<br />

principio general: «<strong>de</strong> modo que, en el caso <strong>de</strong> existir una contradicción<br />

que no se pueda solucionar, se entienda que lo dijo dos veces»<br />

(2,51,106). La misma conclusión saca a propósito <strong>de</strong> Mt 16,19 y Mt<br />

18,18 (po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> atar y <strong>de</strong>satar). Argumenta <strong>de</strong> esta manera: -para no<br />

tener que repetirlo siempre, <strong>de</strong>bemos recordar, como ya lo he encarecido<br />

en repetidas ocasiones, que Jesús dijo con frecuencia y en muchos<br />

lugares las mismas cosas. No nos turbemos nunca si algunos piensan que<br />

el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sus palabras se contradice- (2,61,119). A Agustín no se le<br />

ocurre pensar en la otra posibilidad, a saber, que el evangelista hubiera<br />

podido poner el mismo dato en más <strong>de</strong> una ocasión, no obstante que en<br />

las normas retóricas se contemplaba la repetitio.<br />

A esta solución recurre Agustín al menos en varias ocasiones. Es la<br />

que ofrece para evitar la contradicción entre Mt ll,20-24yLc 10,13-15<br />

(reprensión a las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Galilea) (2,32,79); entre Mt 12,38-45 y<br />

Le 11,16-32 (señal <strong>de</strong>jonás y conflicto con Satanás) (2,39,86); entre Jn<br />

2,13-16, por una parte, y Mt 12,13,Me ll,11.15-17y Le 19,45-46,por<br />

otra (purificación <strong>de</strong>l templo) (2,67,129); entre Le 10,25-28 y Me<br />

12,28-31 (el mandamiento principal) (2,73,142); entre Mt 24,20y Me<br />

13,18, por una parte, y Le 21,34-36, por otra (necesidad <strong>de</strong> estar en<br />

vela) (2,77,151); entre Mt 26,30-33, Jn 13,33-38, Me 14,26-31 y Le<br />

22,31-34 (anuncio <strong>de</strong> la negación) (3,2,5), y entre Me 16,14 y Jn<br />

20,19-25 (aparición <strong>de</strong> Jesús) (3,25,76).<br />

A <strong>de</strong>cir verdad, Agustín no está entusiasmado con el procedimiento<br />

a juzgar por el uso que hace <strong>de</strong> él. Por <strong>de</strong> pronto, suele presentarlo<br />

como una segunda alternativa a otra que no <strong>de</strong>speja todas las dudas<br />

(2,77,151; 3,25,76). La dificultad para mantener <strong>de</strong> otra manera la<br />

veracidad <strong>de</strong>l relato le obliga (cogant) a aceptar esa solución como la<br />

más probable (3,25,76). La dificultad <strong>de</strong> armonización que impi<strong>de</strong><br />

afirmar que se trata <strong>de</strong>l mismo hecho proce<strong>de</strong> siempre <strong>de</strong>l distinto<br />

ordo, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> están colocados. Aunque es cierto que<br />

Agustín relativiza ese ordo en cuanto a la verdad <strong>de</strong>l relato se refiere, a<br />

veces no se le pue<strong>de</strong> pasar por alto, pues se trata en ambos casos <strong>de</strong>l<br />

ordo rerum. En algún otro, sin embargo, no es sólo el ordo lo que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!