SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

450 Concordancia de los evangelistas 2,68,131
dejándoles a ellos salió de la ciudad, a Betania, de donde
según su relato volvía a la ciudad cuando maldijo la higuera,
es más probable creer que es él quien ha mantenido la sucesión
cronológica 397 respecto a la expulsión del templo de
los vendedores y compradores. Pues al decir: Y dejándoles a
ellos, ¿a quién se puede entender que se refiere? Sólo a
aquellos con quienes hablaba antes, que se indignaban porque
los niños gritaban: Hosanna al Hijo de David.
Marcos pasó por alto lo que aconteció el primer día
cuando entró al templo, y cuando le vino a la memoria lo
introdujo, al decir que no halló en la higuera más que hojas;
hecho que aconteció en el segundo día como atestiguan los
dos. Que los discípulos se maravillaron de que el árbol se
hubiese secado y que el Señor les respondió lo referente a la
fe y al traslado del monte al mar, Marcos lo coloca no en el
segundo día en que dijo al árbol: ¡Que nunca jamás coma
nadie fruto nacido de ti!, sino en el tercero. El mismo
Marcos mencionó en el mismo segundo día a los vendedores
arrojados del templo, hecho que había omitido mencionar
en el primer día. El refiere que en el mismo segundo día,
caída la tarde, salió de la ciudad; que, al pasar de mañana, los
discípulos vieron la higuera seca de raíz; que Pedro, acordándose,
le dijo: /Maestro, mira!La higuera que maldijiste
se ha secado, y que entonces le habló del poder de la fe.
ciuitatem in Bethaniam (Mt 21,17), unde mane reuertentem in ciuitatem
arbori maledixisse commemorat, probabilius creditur ipse potius
tenuisse ordinem temporis de uendentibus et ementibus eiectis de templo.
Cum enim dicit: etrelictis Mis abiit joras, quibus relictis intellegi
poterit, nisi cum quibus superius loquebatur indignantibus, quod pucri
clamarent: osanna filio Dauid? (Mt 21,15). Praetermisit ergo Marcus
quod primo die factura est, cum intrauit in templum, et recordatum
interposuit, cum dixisset, quod non inuenerit aliquid in ficulnea praeter
folia (cf. Me 11,13), quod secundo die factum est, sicut ambo
testantur. Miratos autem esse discípulos, quod arbor aruerit, et eis Dominum
respondisse de fide et de monte in mare transferendo, non ipso
secundo die, quo dixit arbori: iam non amplius in aeternum quisquam
ex te fructum manducet (Me 11,14), sed tertio die dicit. Ipso
quippe die secundo commemorauit idem Marcus [234] de templo eiectos
uendentes, quod primo die factum praetermiserat. Ipso ergo secundo
die dicit facta uespera egressum de ciuitate, et cum mane transiret,
uidisse discípulos ficum aridam factam a radicibus et (1141) recordatum
Petrum dixisse ei: rabbi, ecce ficus, cui maledixhti, aruit (Me
11,21), tune eum de potentia fidei respondisse, Mattheus autem, tamí9?
Cf. nota complementaria 6: -Ordo».
2, 68, 131 Libro II 451
Mateo, por el contrario, lo narra como si todo esto hubiese
acontecido en el segundo día, esto es, que dijo al árbol:
¡Nunca jamás nazca fruto de ti!, que se secó al instante, y
que, al verlo y quedarse llenos de admiración los discípulos,
les respondió con lo referente al poder de la fe. De donde se
entiende que Marcos situó en el segundo día aquello cuya
realización en el primero había omitido, es decir, lo referente
a la expulsión del templo de compradores y vendedores;
en cambio, Mateo, al relatar lo acontecido con el árbol maldito
el otro día cuando volvía de mañana de Betania a la
ciudad, pasó por alto lo que Marcos mencionó, a saber, que
vino a la ciudad, que salió de tarde y que al pasar de mañana
los discípulos se maravillaron de que el árbol estuviese seco.
Y a lo que había tenido lugar en el segundo día en que
fue maldecido el árbol, añadió lo acontecido en el tercero,
esto es, que los discípulos se maravillaron de que estuviese
seco y que oyeron de boca del Señor lo referente al poder de
la fe, enlazando estas cosas de modo que si no nos obligase a
prestar atención el relato de Marcos, donde aparece también
lo que Mateo pasó por alto, no se podría advertir. En efecto,
primero dice: Y dejándoles a ellos salió fuera de la ciudad,
a Betania, y allí se quedó. Al amanecer, volvió a la ciudad
y sintió hambre. Viendo una higuera al lado del camino se
acercó a ella; al no hallar más que hojas, le dijo: ¡Que
nunca jamás brote fruto de ti! Y al momento se secó.
quam secundo die hoc totum factum sit, id est et dictum arbori: numquam
ex tefructus nascatur in sempiternum (Mt 21,19), et arefactam
esse continuo, et uidentibus hoc discipulis adque mirantibus illud de
uirtute fidei fuisse responsum. Vnde intellegitur Marcum quidem secundo
die commemorasse quod primo die factum praetermiserat, de
templo scilicet eiectos uendentes et ementes, Mattheus uero cum commemorasset
quod altero die factum est de arbore maledicta, quando
mane reuertebatur a Bethania in ciuitatem, praetermisit ea quae Marcus
commemorauit, uenisse illum in ciuitatem et uespere exisse et mane,
cum transirent, discípulos arborem aridam fuisse miratos; et ei quod
secundo dies gestum erat, quo arbor maledicta est, adiunxit illud quod
tertio die gestum est, eius ariditatem miratos esse discípulos et de potentia
fidei a Domino audisse, sic ea coniungens, ut nisi ex Marci narratione
cogamur intendere, ubi et quid Mattheus praetermiserit, non possit
agnosci. Cum ergo dixisset Mattheus: et relictis Mis abiit joras extra
ciuitatem in Bethaniam ibique mansit. Mane autem reuertens in
ciuitatem esuriuit; et uidensfici arborem unam secus uiam uenit ad
eam et nihil inuenit nisi folia tantum, et ait Mi: numquam abs te