SAN AGUSTÍN - Alma de Cántaro

612 Concordancia de los evangelistas 3,25,73
había aparecido a Simón. Y que entonces también ellos contaron
lo que les había acontecido en el camino y cómo lo
habían reconocido en la fracción del pan. Ya se había divulgado
la noticia corrida por aquellas mujeres y por Simón
Pedro, a quien ya se le había aparecido, de que había resucitado
Jesús. Esto hallaron que estaban diciendo aquellos a
cuya casa en Jerusalén regresaron.
Puede darse que por temor no hubieran querido decir
antes en el camino que habían oído que había resucitado,
cuando dijeron sólo que las mujeres habían visto a los ángeles,
pues ignoraban con quién estaban hablando. Con razón
podían estar preocupados, no fuera que, jactándose sin más
de la resurrección de Cristo, fueran a caer en manos de los
judíos. Lo que dice Marcos: Lo anunciaron a los demás y
tampoco les creyeron, siendo así que Lucas dice que ya
estaban hablando de que el Señor había resucitado verdaderamente
y se había aparecido a Simón, ¿cómo hay que entenderlo
sino en el sentido de que había allí algunos que no
querían creerlo? ¿Quién no ve que Marcos pasó por alto lo
que Lucas explicó >s« en su relato, esto es, que Jesús habló
con les antes de que le reconocieran, y cómo le reconocieron
en la fracción del pan? Porque tan pronto como dijo que
se les apareció bajo otro aspecto a los que iban a la aldea,
añadió a continuación: Ellos fueron y lo anunciaron a los
ipsos narrasse, quae gesta erant in uia et quomodo eum cognouerint in
fractione pañis (cf. Le 24,34). Iam ergo erat fama, quod resurrexerat
Iesus ab illis mulieribus facta et a Simone Petro, cui iam apparuerat; hoc
etenim isti dúo inuenerunt loquentes, ad quos in Hierusalem uenerunt.
Fieri ¡taque potest, ut timore prius in uia noluerint dicere, quod eum
audierant resurrexisse, quando tantum modo angelos dixerunt uisos
esse mulieribus: ignorantes enim, eum quo loquerentur, mérito possent
esse solliciti, ne quid passim de Chrísti resurrectione iactantes in manus
inciderent Iudaeorum. Quod autem ait Marcus: adnuntiauerunt ceteris
nec illis crediderunt (Me 16,13), eum Lucas dicat, quod iam inde
loquebantur uere resurrexisse Dominum et Simoni apparuisse (cf. Le
24,34), quid intellegendum est nisi aliquos ibi fuisse qui hoc nollent
credere? Cui autem non eluceat praetermisisse Marcum quae Lucas
narrando explicauit, hoc est quae eum illis locutus fuerit Iesus, antequam
agnoscerent eum, et quomodo eum in fractione pañis agnouerint?
Quando quidem mox ut dixit eis apparuisse in alia effigie euntibus in
uillam continuo coniunxit: et illi euntes nuntiauerunt [374] ceteris
1,1 Lucas siempre al servicio de la claridad. Cf. nota complementaria 4: Lucas.
3, 25, 74 Libro III 613
demás y tampoco ellos creyeron, como si hubieran podido
anunciar a quien no habían reconocido o hubiesen podido
reconocer a aquellos a quienes se había aparecido bajo otro
aspecto.
Sin duda, Marcos pasó por alto cómo le reconocieron
para poder anunciarlo. Esto hay que confiarlo a la memoria,
para habituarse a advertir la costumbre de los evangelistas is2)
que pasan por alto lo que no mencionan y lo que mencionan
lo enlazan de tal manera que a quienes no están habituados
a esta consideración no les llegue el error especialmente de
otra parte: de pensar que no van de acuerdo entre sí.
74. Lucas continúa: Cuando estaban hablando de
estas cosas, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo:
Paz a vosotros; soy yo, no temáis. Sobresaltados y asustados,
pensaban que estaban viendo un espíritu. El les dijo:
¿Por qué estáis turbados y se alzan esos pensamientos en
vuestro corazón? Ved mis manos y mis pies; soy yo; palpad
y ved que un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que tengo yo. Y, diciendo esto, les mostrólas manos y
los pies. Se entiende que también Juan mencionó esta manifestación
del Señor después de la resurrección al decir: Al
atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando
cerradas las puertas del lugar donde estaban los discípulos
por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio de
nec illis crediderunt, quasi possent nuntiare quem non agnouerant aut
possent agnoscere quibus alia effigies eius apparuerat. Quomodo ergo
eum agnouerunt, ut nuntiare possent, Marcus sine dubio praetermisit.
Quod ideo memoriae commendandum est, ut adsuescamus aduertere
euangelistarum morem ita praetermittentium quae non commemorant
et coniungentium quae commemorant, ut eis qui usum in hac consideratione
non habent non aliunde máxime error oriatur, quo putent eos
non sibi congruere.
74. Lucas ergo sequitur et dicit: dunt haec autem locuntur, Iesus
stetit in medio eorum et dicit eis: Pax uobis, ego sum, nolite
timere. Conturban uero et conterriti existimabant se spiritunt uidere.
Et dixit eis: Quid turbati estis et cogitationes ascendunt in corde
uestro? Videte manus meas et pedes, quia ipse ego sum, pálpate et
uidete, quia spiritus carnem et ossa non habet, sicut me uidetis
habere. Et eum hoc dixisset, ostendit eis manus et pedes (Le
24,36-40). Hanc ostensionem Domini post resurrectionem intellegitur
et Iohannes commemorasse sic loquens: eum esset ergo sero die illo
una sabbatorum etfores essent clausae, ubi erant discipuli propter
metum Iudaeorum, uenit Iesus et stetit in medio et dixit eis: pax
Cf. nota 81 del libro segundo.