REVISTA EJÉRCITO Nº 848 NOVIEMBRE 2011 - Portal de Cultura ...

RAMÓN
INSTITUTO DE MEDICINA PREVENTIVA DE LA DEFENSA
«CAPITÁN MÉDICO RAMÓN Y CAJAL»
EINTRODUCCIÓN
El Instituto de Medicina Preventiva de
la Defensa «Capitán Médico Ramón
y Cajal» (IMPDEF) se funda en 1885
en un torreón del entonces Hospital
Militar de Madrid, situado en la
confluencia de las actuales calles de Princesa y
Mártires de Alcalá. El nombre con el que se le
bautiza al nacer es el de Laboratorio Histológico
e Histoquímico, aunque en los siguientes años
va cambiando de nombre y solo 8 años después
de su creación ya se llama Instituto de Higiene
Militar. Este nombre indica claramente cuál es la
función principal que desarrollará a lo largo de
su trayectoria.
La necesidad que siente el Ejército de Tierra de
un organismo como el IMPDEF es un claro exponente
de la evolución de la Sanidad en general y
más concretamente de la militar. Las condiciones
higiénico-sanitarias de finales del siglo XIX, la
experiencia de las fuerzas desplegadas en Cuba,
Filipinas, norte de África… todo ello hace que
se consideren a la higiene y saneamiento como
factores básicos para la sociedad en general y
especialmente para un colectivo tan específico
como el militar.
De hecho, históricamente la enfermedad es la
principal productora de bajas de los ejércitos en
campaña, incluso superiores a las producidas por
la acción del enemigo. Los ejemplos clásicos son
la epidemia de «tabardillo» o tifus exantemático
de las tropas de Isabel la Católica en el sitio de
Granada, los devastadores efectos de la fiebre
amarilla sobre las tropas francesas que trataban
de recuperar Haití en 1802 y el tifus y las lesiones
por el frío en la Grande Armée de Napoleón en
su retirada de Rusia. En Cuba la experiencia española
es también demoledora, sufriendo 53.000
Francisco Javier Alsina Álvarez. General de Brigada. Cuerpo Militar de Sanidad. Medicina.
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muertes por enfermedad (fiebre amarilla, salmonelosis,
disentería…) mientras que solo 2.000 se
debieron al combate.
La historia de las guerras va íntimamente unida
a la de las enfermedades, y esto no se limita a
siglos pasados cuando las condiciones higiénicosanitarias
eran muy inferiores a las actuales. Estas
situaciones continúan produciéndose en el siglo
XX, y se pueden citar ejemplos de la Segunda
Guerra Mundial como las bajas por disentería en
el Afrika Korps alemán, donde el mismo Rommel
fue baja debido a una hepatitis A, o la situación
sanitaria en Burma cuando el general Slim afirmaba
que por cada baja de combate evacuada
había que evacuar 120 enfermos, muchos de los
cuales se debían al paludismo. Las enfermedades
continuaron produciendo gran cantidad de bajas
en Vietnam, donde el combate solo ocasionó el
17% de las hospitalizaciones estadounidenses,
siendo la causa del 83% restante el paludismo,
las enfermedades febriles, enfermedades
respiratorias, diarreas y micosis. La razón de
que aumenten tanto las bajas en operaciones es
que el medio ambiente es mucho más duro que
en guarnición, es difícil mantener un buen nivel
de higiene personal y además las operaciones
generan un stress físico y psicológico, todo lo
cual produce una sobrecarga para las defensas
orgánicas y facilita la aparición de enfermedades.
Con el fin de luchar contra las enfermedades,
el recién creado IMPDEF ya desde el principio
comienza la producción de vacunas (antivariólica,
antitífica, antirrábica…) y sueros (antidiftérico,
antitetánico…) siendo un auténtico pionero
en este campo a nivel nacional. Posteriormente
el Instituto va evolucionando de acuerdo con las
tendencias más modernas, surgiendo tras diferentes
tentativas la especialidad de Análisis Clínicos