REVISTA EJÉRCITO Nº 848 NOVIEMBRE 2011 - Portal de Cultura ...

no es difícil pensar que los rebeldes libios se
aprovecharan del efecto contagio de lo sucedido
en Túnez y Egipto para acabar con su eterno
represor y hacerse así, de una vez por todas (era,
sin duda, una asignatura que tenían pendiente),
con el control del país y, por supuesto, del oro
negro.
REPRESIONES EN SIRIA
En Siria (donde según el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU ya se han producido más
de 2.600 víctimas mortales como consecuencia
de los enfrentamientos entre partidarios y detractores
del presidente Bashar al Assad), el origen
de las revueltas, que estallaron a mediados de
marzo en Damasco y que después se han extendido
a otras ciudades del país, también tiene un
alto componente tribal y religioso.
Además de las demandas de mayor democracia
(comunes en todos los países árabes), no
es difícil comprobar que los sublevados contra
el régimen de Al Assad tienen otras intenciones
que no pasan, única y exclusivamente, por conseguir
mejorar sociales y económicas para el
país. De hecho, según el catedrático de Derecho
Constitucional y miembro del Grupo de Estudios
Estratégicos Carlos Ruiz Miguel, «en Siria no hay
una, sino varias revueltas con dominio islamista».
En primer lugar, porque las manifestaciones
no se han producido de manera generalizada y
simultánea como ocurrió, por ejemplo, en Túnez
o Egipto. En segundo lugar, porque se han
generado en zonas con alta presencia del grupo
islámico sunita radical de los «Hermanos Musulmanes»,
siendo los puntos cercanos a las fronteras
(por donde habitualmente se ha movido los
traficantes de armas y las redes de contrabando)
lo que más problemas están ocasionando, y también
los barrios en los que el radicalismo sunita
tiene más aceptación. En tercer lugar, porque de
tratarse de manifestaciones laicas con reivindicaciones
de mejoras sociales, no todas las zonas
pobres están sufriendo revueltas. Y en cuarto
lugar, porque las manifestaciones de protesta se
organizan generalmente los viernes, después del
sermón principal en las mezquitas, lo que hace
pensar, a juicio de Ruiz Miguel, «que los clérigos
sunitas radicales, pagados por el Gobierno, han
utilizado los medios que el Gobierno ha puesto
en sus manos para utilizarlos contra él».
Presidente Sirio Bashar Al Assad
Seguridad y Defensa
Así las cosas, también cabría pensar que Siria,
un país de mayoría suní gobernado por una minoría
alauita (chiíes liberales), estuviera viviendo
una situación similar a la de Libia. Porque en
Siria, ya en 1982 hubo un levantamiento armado
contra el Gobierno de Hafez al Assad (padre del
actual presidente) que fue duramente reprimido
por el Ejército. Quizás ahora este grupo radical
suní (presente también en Egipto, aunque en
el país africano esté mostrando un perfil aparentemente
democrático) se esté aprovechando
también de la corriente de revueltas que se han
producido en otros países árabes para ejecutar su
particular venganza contra el hijo del presidente
que, en los años 80, les impidió adquirir mayores
cotas de poder en un país hacia el que ahora
se vuelven todas las miradas de la comunidad
internacional.
PROSPECTIVA DE FUTURO
Aunque es difícil aventurar qué ocurrirá en el
futuro en el mundo árabe, y partiendo de la base
de que nada volverá a ser igual que antes, hay
varios factores objeto de análisis que pueden
determinar el transcurso de los acontecimien-
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