REVISTA EJÉRCITO Nº 848 NOVIEMBRE 2011 - Portal de Cultura ...

que gobernara las relaciones civiles y militares
en materia de resolución de conflictos en el seno
de la Unión Europea.
En materia de gestión de crisis, la tradicional
complejidad institucional de la Unión Europea
obliga a Bruselas lograr un difícil equilibrio entre
los intereses políticos de los estados miembros,
las concepciones —muchas veces opuestas— del
Consejo y la Comisión, y las inercias provocadas
por los tres pilares 4 . Sin embargo, los responsables
de articular la CMCO evitaron abrir esta
caja de Pandora y centraron sus esfuerzos en
establecer unas pautas mínimas de coordinación
entre los tres pilares de la Unión y entre las atribuciones
del Consejo (que tiene a su disposición
las herramientas necesarias para planear y dirigir
las operaciones cívico-militares) y la Comisión
(que goza de competencias presupuestarias en
materia de política exterior y ayuda al desarrollo
y se responsabiliza de las delegaciones sobre el
terreno) en la gestión de crisis complejas.
Aunque se han realizado importantes avances
en la configuración teórica e implementación
práctica de la CMCO —caso de la presentación
de un proyecto de planeamiento integral conjunto,
combinado e interagencias, y de una batería
de medidas orientadas a guiar su aplicación
práctica en el teatro de operaciones— es también
cierto que esta iniciativa que pretende reforzar la
coordinación civil-militar europea continúa siendo
objeto de controversia. Su puesta en marcha
ni ha incrementado significativamente la coordinación
interna de la Unión Europea en materia
de gestión de crisis, ni ha fortalecido las relaciones
entre los elementos civiles y militares, ni tampoco
ha supuesto el desarrollo de un catálogo de
capacidades militares y civiles adecuadas. Esta
situación no solo vuelve a poner de manifiesto
el ya tradicional desinterés de la Unión Europea
por desarrollar instrumentos propios y efectivos
para la gestión de crisis tanto civiles como militares
o la urgente necesidad de coordinar —en
la medida de lo posible— la acción inter e intra
pilares (una carencia que debería subsanarse con
la aplicación efectiva del Tratado de Lisboa), sino
también la exigencia de establecer unos estándares
mínimos comunes entre los veintisiete sobre
cómo acometer la gestión de crisis complejas y
de que Bruselas sea capaz de armonizar estas
concepciones siempre tan dispares.
Seguridad y Defensa
Mientras la CMCO continúa articulándose
lenta pero decididamente a fin de lograr una
cierta coherencia interna europea en materia
de gestión de crisis, a mediados de 2008 tanto
el COPS como la Agencia Europea de Defensa
(EDA) constataron la necesidad de ir un paso más
allá en la integración de los instrumentos civiles y
militares a disposición de la Unión Europea, por
lo que solicitaron al Estado Mayor (EUMS) que
desarrollara un concepto de enfoque integral dirigido
a mejorar tanto la coordinación interna de la
Unión como las relaciones que debería mantener
esta con otras organizaciones internacionales,
en especial la Alianza Atlántica y las Naciones
Unidas. Calificado como un objetivo prioritario
tanto para la articulación de la Política Común
de Seguridad y Defensa (PCSD) como para el
desarrollo de nuevas capacidades civiles y militares,
es muy probable que Bruselas presente su
propio concepto de comprehensive approach en
breve siguiendo los pasos de la Alianza Atlántica,
que situó el enfoque ontegral como uno de los
fundamentos del Concepto Estratégico “Compromiso
activo, defensa moderna” aprobado en
la Cumbre de Lisboa (2010) y en el pilar de las
operaciones de gestión de crisis no-Artículo 5.
Aunque las autoridades militares europeas
todavía no han facilitado ningún detalle concreto
del concepto más allá de que contendrá medidas
encaminadas a reforzar la coordinación interna y
externa de la Unión Europea en el planeamiento,
conducción y evaluación de las operaciones
integradas de gestión de crisis, hasta fecha de
hoy se han presentado tres borradores del concepto,
ambos centrados en la vertiente militar
del enfoque integral. Mientras el primer trabajo
presenta las pautas, estructuras y procedimientos
que deberían guiar la aplicación práctica del
concepto en el teatro de operaciones, el segundo
busca conocer las implicaciones operativas que
puede tener el empleo del enfoque integral en
el planeamiento, conducción y evaluación de
las operaciones civiles-militares. Por su parte, el
tercero avanza en la identificación de las implicaciones
operativas de la aplicación efectiva del
enfoque integral en el teatro a la vez que detalla
los protocolos de coordinación que deben establecerse
entre la Unión Europea y el resto de actores
relevantes, en especial la Alianza Atlántica
y las Naciones Unidas.
REVISTA EJÉRCITO • N. 848 NOVIEMBRE • 2011 77