REVISTA EJÉRCITO Nº 848 NOVIEMBRE 2011 - Portal de Cultura ...

de aterrizaje, sin olvidar las tomas en condiciones
brown out, es decir, cuando el polvo —en
el punto de aterrizaje— rodea al helicóptero
totalmente dificultando la visibilidad de los pilotos
y, por tanto, incrementando el riesgo para
la aeronave que, en ese momento, se encuentra
con poca velocidad y a muy baja altura; dicho de
otro modo, haciendo al helicóptero vulnerable
al fuego enemigo.
La altitud media del terreno afgano —especialmente
en las estribaciones del Hindu-Kush,
con altitudes superiores a los 4.000 metros— es
otro reto para aeronaves y tripulaciones, pues
las turbinas ven mermadas sus capacidades al
trabajar a mayor temperatura y menor presión
atmosférica. Por ello, las tripulaciones deben
analizar en detalle la carta de prestaciones de
la aeronave (peso y centrado), exigida y exigible
antes de iniciar cada misión; es el único modo
de conocer de antemano la respuesta del helicóptero
en cada punto de toma y despegue y, por
tanto, la herramienta que define unos márgenes
de seguridad infranqueables.
MEJORA DE LAS CAPACIDADES
Como es lógico el Ejército de Tierra, consciente
de estas y otras realidades que condicionan el
empleo de unidades de helicópteros en esta guerra,
ha hecho y continúa realizando un esfuerzo
económico muy importante tendente a la mejora
de las capacidades de los helicópteros que allí
despliegan de forma ininterrumpida.
Así entre los nuevos sistemas que se están instalando
en las aeronaves, los más interesantes
se refieren a su protección y a las posibilidades
de mando y control. En relación con la protección,
lo cierto es que la amenaza a la que deben
hacer frente los helicópteros puede dividirse en
dos grupos: armas ligeras y misiles (MAN-PAD).
Hoy el mayor riesgo para la seguridad proviene
de las primeras (AK-47, ametralladoras y RPG),
habitualmente utilizadas por la insurgencia. Esta
circunstancia ha implicado un cambio en los
llamados «perfiles de vuelo», de manera que las
aeronaves cumplen sus misiones volando a una
altura que minimice esta amenaza, situándose
fuera del alcance de las mismas. Por el contrario,
cuando la amenaza proviene de los MAN-PAD, el
perfil que mejor protege los helicópteros sería el
de baja cota, buscando la protección del terreno.
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Completando la seguridad que proporciona
estos perfiles, ASPUHEL cuenta con los sistemas
de contra-medidas instalados abordo. Si
nos referimos al Cougar, el Aircraft Survivability
Equipment (ASE) permite proteger la aeronave
contra iluminaciones radar, láser y es capaz de
detectar el lanzamiento de misiles (MILDS). Si
nos referimos al Chinook, el Helicopter Integrated
Defense Equipment (HIDE), cumple la
misma función. Además, el constante esfuerzo
para adecuar las librerías, mejorar el software y
actualizar los equipos ha conseguido aumentar
la capacidad de supervivencia y defensa de la
aeronave contra ataques de este tipo.
Así mismo, se ha incrementado la capacidad
de autodefensa mediante la mejora del armamento
de abordo a base de ametralladoras de calibre
7,62 mm, susceptibles de sustitución por otras de
más alcance y capacidad, de calibre 12,70 mm.
Este programa —ya iniciado hace tiempo por
las FAMET— permite a la tripulación reaccionar
ante distintas amenazas, ya sea personal a pie o
en vehículo.
Otro programa de reciente instalación es el
Protection Balistic System (PBS), a base de una
serie de placas metálicas distribuidas tanto en la
cabina de pilotos, como en la de carga, capaces
de aumentar la protección no sólo de la tripulación,
sino también del personal embarcado.
Es obvio que la conjunción de todos estos programas
hacen que nuestras aeronaves, nuestras
unidades, sean cada vez más robustas, más fiables,
más versátiles y, por tanto, más codiciadas
por nuestros aliados en Zona de Operaciones para
formar parte de agrupamientos tácticos combinados
de helicópteros en misiones relevantes.
El segundo bloque más significativo de mejoras
atañe al Mando y Control. ASPUHEL partía
de unos HU-21 (Superpumas) equipados con
dos radios de VHF (AM/FM), una de UHF y otro
equipo de HF. Actualmente los HT-27 y los Chinook
desplegados en Afganistán disponen de
los mismos equipos actualizados y, además, han
incorporado otros medios que aumentan la capacidad
de enlace: los equipos PR4G, utilizados
para aumentar la capacidad de comunicación
interna de la Patrulla de Vuelo y de enlace tierraaire,
a base de la capacidad del salto de frecuencia,
que confiere una mayor discreción en las
comunicaciones.