Pares cum Paribus Nº 4: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

ARGUMENTUM FABULE*
Clymestram (1) Glauce (2)* filiam cum perdite amaret Poliodorus, opera usus
Calimache anus ea potitur. Dehinc, uidens se illam honeste tenere non posse et
matrem ueritus, captato consilio Liburnum sibi colonum facit; tum, cum Corinthus
acriter instaret pro Liburno, caute illi datur. Ita Poliodorus, quum (3) nuptam
tenere diu non posse uidet, commodius illa apud Liburnum colonum suum utitur.
[Sc. I.] Poliodorus adulescens (4), Calimacha anus*
1 (5)- Credebam ego* uana esse que de amore dicuntur, nunc certe
experior et perdisco quam sint acuta Cupidinis tela. Heri dum post cenam, ut fit,
deambularem hunc uicum, forte offendi* adulescentulam forma prestantem,
pannosam tamen cultuque hispidam. Illa me preter naturam propriam uisu defixit
et amore deprehendit. Ego antea solebam eos ridere qui amoris uulneribus
sauciabantur, nesciens quid amor esset; nunc iniquum* patior (6)* uulnus, quod
pertimeo ne ossa quoque penetrarit. O iocundam faciem, o tela indigna! Iam
morior nisi que michi (7)* se prebuit heri obuiam his (8)* oculis intuear.
2 Cal.- Quid iste de amore loquitur? Ni fallor, et hic tener adulescentulus iugo se
amoris subiecit, quem ego per deos omnes iurassem neque quid sit amor ipse
intelligere posse. Certum est hunc* pre foribus opperiri (9)* et rogare nunquid*
amet, aut cur hunc uicum preter morem attingat suum.
3 Pol.- (Continuat.) Verum perdoleo et indigne fero quod sic incultus processi, qui
ante per urbem tam ornatus incedebam (10). Quid rei* est? Aut quanta secordia
est mea? Nunc cum amo, que res ornatum postulat, solito minus excultus et
politus ingredior. Verum ut res est amor omnem michi sustulit rationem. Vbi enim
clamis mea [folio 20r] purpurea? Ubi pileus (11)* ille gemmis ornatus? Sed anum
quandam uideo hic uicinam*; at (12)* me miratur quasi nouum quendam
hominem. Quid* ego illi reddam si me queritet quid negotii* tractem his in locis?
Quid autem ipse iam pre timore langueo? Vereborne (13)* sibi rem exponere?
Age, postquam ipse quoque amoris uices fero et uulnera tuli, condicionem aliorum
sequar amantium. Huic ego uetule, que sane lene spem pre se fert, exponam, si
quesierit, (14)* me in hoc uico amare; forsitan* curis meis medelam tribuet.
Primum illi salutem dicam. O bona anus, salue.
4 Cal.- Saluus esto, quicumque ipse sis. Sed (15)* cur iter hoc agis...
5 Pol.- (Secum loquitur.) Vix me contineo quin pronus in terram cadam; labant
timore poplites.
6 Cal.- ... et quid* ad te noster hic uicus? Estne quod placeat quicquam?
7 Pol.- (Secum.) Spectat hoc uerbum* ni (16)* mirum ad amorem. Suspicio, ut
arbitror, amoris incidit*.
8 Cal.- Quid dudum circumspiciens lamentabare*?
ARGUMENTO de la comedia
Poliodoro ama perdidamente a Climestra, hija de Glauca, y ocupando los
servicios de la vieja Calímaca, logra gozar de la muchacha. Luego, viendo
que no puede retenerla honestamente y temiendo la reacción de su propia
madre, sigue el consejo de hacer a Liburno colono suyo; entonces, cuando
Corinto intercedió enérgicamente en favor de Liburno, sagazmente se le
concede a este la muchacha. De ese modo Poliodoro, al ver que no puede
retener consigo a Climestra por más tiempo, disfruta de ella a sus anchas en
casa de Liburno. (1)
Escena I
El joven Poliodoro, la vieja Calímaca
1 Poliodoro.- (Consigo. (2)) Yo creía que eran patrañas esas cosas que se
dicen acerca del amor, pero ahora sé muy bien, por experiencia propia, cuán
agudos son los dardos de Cupido. Ayer, después de la cena, mientras
paseaba, como se acostumbra, por este barrio, me topé con una muchacha
que sobresalía por su belleza, pero harapienta y desaliñada. Su visión me
dejó pasmado de un modo enteramente extraño a mi naturaleza, y quedé
cautivo del amor. Antes yo solía reírme de los que recibían las heridas del
amor, sin saber qué cosa era amar; ahora sufro una severa herida que, me
temo, ha penetrado también hasta mis huesos. ¡Oh, rostro delicioso!, ¡oh,
dardos inmerecidos! Soy ya hombre muerto si no veo con estos ojos a la que
ayer me salió al paso.
2 Calímaca.- (Consigo.) ¿Qué está diciendo este acerca del amor? Si no me
equivoco, también este tierno muchacho se ha puesto bajo el yugo amoroso,
y podría yo jurar por todos los dioses que no es capaz ni siquiera de
entender qué cosa es el amor. Voy a esperarlo frente a la puerta y a
preguntarle si está enamorado, o por qué, contra su costumbre, ha
alcanzado hasta este barrio.
3 Poliodoro.- (Prosigue.) En realidad, estoy sufriendo intensamente, y me
parece inaceptable el haber salido de casa así, tan desaseado, yo que antes
me paseaba tan atildado por la ciudad. ¿Qué cosa es esta? ¿Hasta dónde
llega mi desidia? Ahora que estoy enamorado, cosa que exige elegancia,
ando menos galano y arreglado que de costumbre. Pero eso es lo que sucede
con el amor: me ha despojado totalmente de la razón. ¿Dónde, en efecto,
está mi manto púrpura? ¿Dónde, ese sombrero adornado con piedras
preciosas? (Advirtiendo la presencia de Calímaca.) Pero veo una vieja aquí
cerca; me mira extrañada, como a una persona desconocida. ¿Qué le voy a
responder si me pregunta qué asunto tengo entre manos en este lugar? Pero
¿por qué estoy ahora desfalleciente de miedo? ¿Acaso debo sentir temor de
exponerle mi situación? ¡Vamos!, ya que yo también estoy sufriendo las
vicisitudes del amor y he padecido sus heridas, haré lo que hacen los otros
enamorados. En caso de que me pregunte, le voy a contar a esta vieja -que a
todas luces ofrece buenas expectativas de alcahueta- que tengo un amor en