17.05.2013 Views

Pares cum Paribus Nº 4: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

Pares cum Paribus Nº 4: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

Pares cum Paribus Nº 4: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pensé que quizás ella es la única que no está en rol <strong>de</strong> ballet.<br />

Luis comenzó a reírse sin motivo aparente. Miguel lo hizo callar. Mis tías movieron<br />

acompasadamente sus hombros. Colocaron en mi puesto un plato <strong>de</strong> humeante sopa.<br />

Aquí están –pensé– cada uno con su mundo a cuestas, como enormes caracoles. ¿Qué sé<br />

yo <strong>de</strong> ellos? ¿Acaso ellos saben algo <strong>de</strong> mí? A veces me parece que mamá es capaz <strong>de</strong><br />

adivinar mi pensamiento. Entonces me pongo a pensar en horribles cosas y le doy a mis<br />

ojos expresiones extrañas. El otro día imaginaba que Luis estaba muerto y yo sufría<br />

horrorosamente. No podía <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> contemplar su hermoso rostro blanco enmarcado por el<br />

raso <strong>de</strong> un ataúd. Luis comenzó a reír y me dije sin mirarlo: "Recordaré su risa <strong>de</strong> ahora<br />

por mucho tiempo; la recordaré, sí, <strong>de</strong>bo recordarla". Y le pedí agua, para anotar también<br />

en mi memoria el gesto blando <strong>de</strong> su mano que se alarga. Estos son recuerdos inútiles.<br />

Pero me gustan los recuerdos inútiles. Nunca he olvidado la cabellera al aire <strong>de</strong> una<br />

muchacha que se peinaba en el camino, cuando pasamos en auto. Ni el color <strong>de</strong> unas<br />

naranjas colocadas al sol en el marco <strong>de</strong> una ventana negra. Y esto no pue<strong>de</strong> servirme <strong>de</strong><br />

nada. Aunque me guste.<br />

Cuando me <strong>de</strong>cido a odiar a alguien, odio a mis tías. Pero es odiar sin razón.<br />

–¡Come espinacas, niña! Contienen mucho hierro –dice tía Carolina.<br />

–Te harán bien –concluye en el mismo tono tía Merceditas. ¡Si fueran <strong>de</strong> piedra!, ¡si no<br />

hablaran!, acaso podría llegar a quererlas. Pero no. Ellas son el límite <strong>de</strong> toda fantasía. Son<br />

ridículos personajes, <strong>de</strong> ballet. Ahora soy yo quien ríe. Y quisiera reír a gritos, en<br />

cascadas. Sí, háganme callar con miradas reprensivas. Generalmente soy silenciosa, no<br />

molesto en nada y parece que todo lo escuchara con maravillada atención. Pero ahora río.<br />

Y no importa que me miren <strong>de</strong> ese modo. Río. Río porque somos personajes <strong>de</strong> ballet. No<br />

se dan cuenta, pero los somos. Absurdos y ridículos personajes <strong>de</strong> ballet que un día como<br />

hoy, uno cualquiera, almorzamos a la una.<br />

Htm diagramación, gráficos, Oscar Aguilera<br />

F.<br />

Siguiente <strong>Índice</strong> General <strong>Facultad</strong><br />

Chile<br />

© 1997 Programa <strong>de</strong> Informática, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>, Universidad <strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!