Pares cum Paribus Nº 4: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

camino...
5 Poliodoro.- (Consigo.) Apenas puedo evitar irme de bruces a tierra; me
tiemblan las rodillas de miedo.
6 Calímaca.- ... y qué interés tiene para ti este barrio nuestro? ¿Hay aquí alguna
cosa que te agrade?
7 Poliodoro.- (Consigo.) Estas palabras se refieren, sin duda, al amor. Me parece
que le ha entrado la sospecha de que se trata de un asunto amoroso.
8 Calímaca.- ¿De qué te estabas recién lamentando, mientras mirabas hacia
todos lados?
9 Poliodoro.- Había visto yo lo conveniente de este sitio y su adecuado
emplazamiento, y ya que me doy el gusto de buscar nuevos lugares, he debido
pasearme por aquí. Pero jamás, en parte alguna, me habían provocado con
palabras tan agresivas. ¿No es común, acaso, este camino? ¿No es esta, por
ventura, una vía pública?
10 Calímaca.- No estoy en absoluto incomodada por el camino que haces, noble
joven; en realidad, lo que dije no lo expresé movida por algún enojo o disgusto;
por el contrario, yo siempre acostumbro ayudar a la juventud. De modo que
depón tu irritación y no mires en menos mi edad. No trates de disimular, por
favor, un amor que él mismo ya no puede ocultarse. Confíame sin temor tus
pensamientos, y por tu parte verás también lo que es capaz de hacer mi
diligencia.
11 Poliodoro.- Dado, por una parte, que me inspiras confianza y, por otra, que
me atormenta el amor mismo -en el que no puedo ser ayudado, si no lo pongo al
descubierto-, hablaré con toda franqueza. Estoy enamorado, por Hércules; estoy
enamorado y desfallezco de amor, y en este barrio reside toda mi pasión. Y no
se trata de una pasión antigua: las heridas son, en verdad, recientes. Ayer al
atardecer, después de la cena, mientras me encontraba paseando, una
muchacha de este barrio me envenenó con su mirada, me capturó con su
belleza, y ahora ardo a tal punto, que estoy seguro de que me voy a morir si no
consigo verla hoy.
12 Calímaca.- (Consigo.) ¡Oh, hados injustos, cómo puede ser que un muchacho
se consuma así de amor! Es realmente increíble la locura del amor.
13 Poliodoro.- Te ruego, pues, que socorras a esta alma desdichada, ya que tú
eres su vecina y me has ofrecido colaboración, en tanto que yo, por mi parte, te
he expuesto confiadamente los hechos.