Números 10-12 - Consejo Superior de Investigaciones Científicas
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C I E N C I A<br />
contagiosa, ataca al aparato respiratorio <strong>de</strong> dichos<br />
animales y es provocada por la acción concomitante<br />
<strong>de</strong> dos agentes infecciosos, una bacteria,<br />
Haemophilus influen^ae suis y un virus. La importancia<br />
económica <strong>de</strong> la enfermedad es gran<strong>de</strong><br />
para los criadores <strong>de</strong> puercos, puesto que en las<br />
piaras atacadas, la morbilidad se aproxima a <strong>10</strong>0<br />
por ciento, aunque por fortuna la mortalidad no<br />
es consi<strong>de</strong>rable, porque los animales, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
una corta enfermedad que dura <strong>de</strong> dos a seis días,<br />
se recuperan, excepto en los casos <strong>de</strong> complicaciones,<br />
con la misma rapi<strong>de</strong>z con que enfermaron.<br />
La influenza bovina aparece todos los años en los<br />
Estados <strong>de</strong>l medio oeste <strong>de</strong> Estados Unidos, rara<br />
vez antes <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> octubre para <strong>de</strong>saparecer,<br />
por lo general, antes <strong>de</strong> Navidad, sin que en los<br />
restantes ocho o nueve meses <strong>de</strong>l año se observen<br />
casos <strong>de</strong> la misma. El componente bacteriano<br />
<strong>de</strong>| complejo etiológico pue<strong>de</strong> persistir in<strong>de</strong>finidamente<br />
en las vías respiratorias superiores <strong>de</strong> un<br />
cerdo que ha pasado la enfermedad, pero no suce<strong>de</strong><br />
lo mismo con el virus. Shope (1939) ha<br />
aclarado lo que suce<strong>de</strong> con este último agente, el<br />
otro miembro <strong>de</strong>l complejo causante <strong>de</strong> la enfermedad,<br />
durante los períodos interepidémicos,<br />
explicando cómo se presenta <strong>de</strong> nuevo la epizootia.<br />
El proceso es sumamente enmplicado, pues en<br />
él interviene un huésped intermedio, el que a su<br />
vez requiere otro huésped intermediario suyo.<br />
Los verda<strong>de</strong>ros portadores <strong>de</strong>l virus son gusanos<br />
nemátodos <strong>de</strong>l subor<strong>de</strong>n Strongylata i<strong>de</strong>ntificados<br />
como Metastrongylus elongatus, uno, y Choerostrongylus<br />
pu<strong>de</strong>ndo-tectus, otro. Ahora bien, como<br />
estos gusanos pasan sus tres primeras fases larvarias<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la lombriz <strong>de</strong> tierra, he aquí que<br />
este oligoqueto constituye un nuevo eslabón <strong>de</strong> la<br />
ca<strong>de</strong>na. El ciclo <strong>de</strong>l estronguílido, precisado por<br />
Hobmaiers (1929) y por Schwartz y Alicata<br />
(1931, 1934), pue<strong>de</strong> resumirse así: La hembra<br />
adulta <strong>de</strong>l nemátodo <strong>de</strong>posita los huevos embrionados<br />
en los bronquios <strong>de</strong>l cerdo infestado. Los<br />
accesos <strong>de</strong> tos <strong>de</strong>l animal enfermo los llevan hasta<br />
la boca, don<strong>de</strong> son <strong>de</strong>glutidos, atravesando el<br />
tubo digestivo <strong>de</strong>l cerdo para salir al exterior con<br />
las <strong>de</strong>yecciones. Los huevos embrionados, para<br />
continuar su <strong>de</strong>sarrollo, tienen que ser ingeridos<br />
por las lombrices <strong>de</strong> tierra, en cuyo interior hacen<br />
eclosión sucediéndose los tres primeros estadios<br />
larvarios, al cabo <strong>de</strong> los cuales la larva <strong>de</strong>l<br />
nemátodo ya es infectiva. En este estado pprsiste<br />
hasta que la lombriz <strong>de</strong> tierra es tragada por un<br />
puerco. Una vez <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este animal el gusano<br />
completa su <strong>de</strong>sarrollo, que consiste en dos estadios<br />
más, se introduce en las vías respiratorias<br />
<strong>de</strong>l cerdo y se convierte en adulto. Este ciclo pue<br />
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<strong>de</strong> necesitar hasta tres años para completarse,<br />
cuando las circunstancias son <strong>de</strong>sfavorables, pero<br />
en las mejores condiciones no suele exigir más <strong>de</strong><br />
un mes. Los nemátodos mencionados son parásitos<br />
muy frecuentes <strong>de</strong> los puercos y raro es el<br />
animal que se halla libre <strong>de</strong> ellos.<br />
El papel <strong>de</strong> los estronguílidos en la transmisión<br />
<strong>de</strong> la influenza porcina se precisa así: Los gusanos<br />
establecidos ya en las vías respiratorias superiores<br />
<strong>de</strong> los cerdos durante la fase aguda <strong>de</strong> la enfermedad,<br />
<strong>de</strong>positan sus huevos, <strong>de</strong>l mismo modo<br />
que lo hacen en la tráquea y bronquios <strong>de</strong>l cerdo<br />
normal. Ahora bien, las larvas y los adultos <strong>de</strong><br />
estos gusanos, <strong>de</strong>sarrollados a partir <strong>de</strong> los citados<br />
huevos, son vectores <strong>de</strong>l virus <strong>de</strong> la influenza<br />
porcina, con la notable particularidad <strong>de</strong> que<br />
dicho agente no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir por medios<br />
directos ni en las larvas <strong>de</strong> los nemátodos que viven<br />
en la lombriz <strong>de</strong> tierra ni en el gusano adulto<br />
ya establecido en el huésped <strong>de</strong>finitivo. Parece<br />
que el virus se encuentra en una forma enmascarada<br />
y su existencia se <strong>de</strong>duce exclusivamente <strong>de</strong><br />
su comportamiento ulterior, en <strong>de</strong>terminadas y<br />
muy precisas condiciones, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las vías respiratorias<br />
<strong>de</strong>l cerdo. Los puercos infestados no<br />
exhiben diferencias con los normales y nada hay<br />
que indique que alberguen en su organismo el<br />
virus <strong>de</strong> la enfermedad. Sin embargo, esta situación<br />
es sumamente inestable, pues basta la acción<br />
<strong>de</strong> un estímulo, en sí mismo completamente innocuo,<br />
para romper el equilibrio existente y forzar<br />
al virus a que abandone su estado <strong>de</strong> Iatencia<br />
surgiendo bruscamente la enfermedad. Entre los<br />
varios estímulos que han sido empleados, el que<br />
ha dado resultados más regulares y satisfactorios<br />
consiste en la administración repetida <strong>de</strong> inyecciones<br />
intramusculares <strong>de</strong> una suspensión <strong>de</strong> la<br />
bacteria Haemophilus influente suis. Otro activador<br />
pue<strong>de</strong> ser la solución <strong>de</strong> cloruro calcico inyectado<br />
por la misma vía. Estos estímulos, para<br />
ser eficaces, tienen que ser aplicados al final <strong>de</strong>l<br />
otoño, durante el invierno o en la primera parte<br />
<strong>de</strong> la primavera. En cambio,- en los meses <strong>de</strong>l<br />
verano los puercos, no obstante hallarse potencialmente<br />
infectados, son refractarios a la acción estimulante.<br />
Las consecuencias epi<strong>de</strong>miológicas <strong>de</strong> estos estudios<br />
son muy importantes. Así, por ejemplo,<br />
para la influenza porcina, basta conque, un sólo<br />
huésped intermediario se ponga en contacto con<br />
un cerdo susceptible para la difusión <strong>de</strong> la enfermedad<br />
en el resto <strong>de</strong> la población receptiva, es<br />
<strong>de</strong>cir, es suficiente un solo caso <strong>de</strong> influenza porcina<br />
para que, por contacto, se extienda rápidamente<br />
la enfermedad, difusión ésta favorecida por