20.01.2020 Views

Elon-Musk-Ashlee-Vance

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

fondos a un público más amplio. Los inversores de capital riesgo empezaron a captar

el potencial de Tesla a largo plazo, y quedaron tan impresionados que pasaron por

alto un pequeño detalle: los ingenieros a veces tenían que ventilar manualmente el

automóvil para enfriarlo entre pruebas de conducción. Musk volvió a poner dinero

sobre la mesa —doce millones de dólares—, y una serie de inversores —entre los que

se contaban la firma de capital riesgo Draper Fisher Jurvetson, VantagePoint Capital

Partners, JPMorgan, Compass Technology Partners, Nick Pritzker, Larry Page y

Sergey Brin— contribuyeron a la ronda de financiación, con la que Tesla reunió un

total de 40 millones de dólares [1] .

En julio de 2006, Tesla decidió contarle al mundo lo que había estado haciendo.

Los ingenieros de la empresa habían construido un prototipo rojo, el EP2, además del

negro, y presentaron ambos en un evento celebrado en Santa Clara. La prensa acudió

en masa a la convocatoria y quedó muy satisfecha del resultado. Los Roadster, dos

descapotables biplaza que pasaban de cero a cien en unos cuatro segundos, eran

magníficos. «Hasta hoy —dijo Musk en el evento—, los automóviles eléctricos eran

una porquería.» [2]

Celebridades como Arnold Schwarzenegger, por aquel entonces gobernador de

California, y Michael Eisner, el exdirector general de Disney, hicieron acto de

presencia, y muchas de ellas dieron paseos de prueba. Los vehículos eran tan frágiles

que prácticamente solo Straubel sabía manejarlos; los intercambiaban cada cinco

minutos para evitar un sobrecalentamiento. Tesla reveló que cada automóvil costaría

alrededor de 90.000 dólares y tendría una autonomía de 400 kilómetros por carga.

Treinta clientes habían reservado ya un modelo, incluidos Brin y Page, los

cofundadores de Google, y otros multimillonarios de la industria tecnológica. Musk

prometió que en tres años lanzarían un automóvil más barato, de cuatro plazas, que

valdría menos de 50.000 dólares.

Más o menos por aquellas fechas, Tesla hizo su debut en el New York Times,

donde le dedicaron un breve artículo. Eberhard prometió —no sin optimismo— que

los envíos del Roadster empezarían a mediados de 2007 y no a comienzos de 2006,

como estaba previsto en un principio, y explicó la estrategia de Tesla, consistente en

lanzar primero al mercado un automóvil de gama alta y baja producción para fabricar

más adelante vehículos más asequibles, a medida que los sistemas tecnológicos y la

capacidad de producción fueran mejorando. Musk y Eberhard creían a pies juntillas

en aquella estrategia después de haberla visto triunfar con diversos aparatos

electrónicos. «En un principio, los teléfonos móviles, las neveras o los televisores en

color no eran productos destinados a las masas —declaraba Eberhard—. Eran

relativamente caros, pensados para las personas que podían permitírselo.» [3] Aunque

la publicación de aquel artículo supuso un espaldarazo para Tesla, a Musk no le gustó

que su nombre no se mencionara ni en una sola ocasión. «Tratamos de subrayar su

papel, y le hablamos al reportero una y otra vez de él, pero el organigrama de la

compañía no le interesaba —recuerda Tarpenning—. Elon se enfureció y se puso rojo

www.lectulandia.com - Página 112

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!