20.01.2020 Views

Elon-Musk-Ashlee-Vance

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

replica Elon, “encantado de conocerlo”, lo que venía a decir: “Saca tu culo de mi

oficina”. Aquel tipo había hecho un viaje de cuatro horas que terminó con una

reunión de dos minutos. Elon no tenía paciencia con esas cosas.» Musk podía ser

igualmente brusco con los empleados que no estaban a la altura de sus expectativas.

«Solía decir: “Cuanto más tardas en despedir a alguien, más pronto deberías haberlo

hecho”», recuerda Spikes.

A la mayoría de los empleados de SpaceX les entusiasmaba formar parte de

aquella aventura e intentaban que no les afectasen las rigurosas exigencias y la severa

conducta de Musk. Pero, a veces, Musk iba demasiado lejos. El equipo de ingenieros

entraba en cólera cada vez que este declaraba a un medio de comunicación que había

diseñado el cohete Falcon poco menos que por su cuenta. Musk contrató también a un

equipo de documentalistas para que lo acompañara allá donde fuera. Aquel gesto de

soberbia crispó los nervios de las personas que tan duramente trabajaban en SpaceX.

Tenían la sensación de que el ego de Musk se estaba descontrolando, y de que

presentaba SpaceX como la conquistadora de la industria aeroespacial antes de haber

realizado ni un solo lanzamiento. A los empleados que presentaban informes

detallados sobre supuestos errores en el diseño del Falcon 5 o que ofrecían

sugerencias para completar más rápido la fabricación del Falcon 1 no se les hacía el

menor caso, o algo peor. «En aquella etapa, el trato que recibía el personal muy a

menudo dejaba que desear —dice un ingeniero—. A muchos buenos ingenieros, que

para todo el mundo al margen de la “gerencia” eran importantes activos de la

empresa, se los obligó a marcharse o simplemente se los despidió acusándolos de

cosas que no habían hecho. Demostrar que Elon se equivocaba en algo era el beso de

la muerte.»

Aunque SpaceX tenía previsto lanzar su cohete a principios de 2004, fue incapaz

de hacerlo. El motor Merlín que habían construido Mueller y su equipo parecía ser

uno de los motores de cohete más eficientes diseñados hasta entonces. Las pruebas

que tenía que pasar para demostrar que realmente serviría para un lanzamiento

estaban llevando más tiempo del que esperaba Musk. Por fin, en otoño de 2004, los

motores exhibieron un comportamiento regular y cumplieron todos los requisitos. Eso

significaba que Mueller y su equipo podían respirar tranquilos, mientras que el resto

de los empleados de SpaceX debían prepararse para empezar su calvario. Desde que

se había creado la empresa, Mueller había sido el factor crítico —a saber, el

responsable de que la empresa no pudiera dar los siguientes pasos— y había

trabajado bajo el escrutinio de Musk. «Cuando el motor estuvo a punto, todo el

mundo entró en pánico —afirma Mueller—. Nadie más sabía lo que suponía ser el

factor crítico.»

Hubo muchos que no tardaron en descubrirlo, a medida que se fueron presentando

problemas de gran calado. La aviónica del cohete, que incluía la electrónica para la

navegación, la comunicación y el funcionamiento general del aparato, dio

innumerables quebraderos de cabeza. Cosas aparentemente triviales, como lograr que

www.lectulandia.com - Página 93

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!