20.01.2020 Views

Elon-Musk-Ashlee-Vance

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cuando las formas de hacer las cosas en SpaceX entran en contacto con

organismos más burocráticos como la NASA, la USAF (Fuerza Aérea de Estados

Unidos) o la FAA (Administración Federal de Aviación), la relación chirría. Las

primeras muestras de estas dificultades aparecieron en Kwaj, donde los funcionarios

del Gobierno ponían a veces en tela de juicio lo que consideraban una aproximación

descuidada al proceso de lanzamiento. Había ocasiones en que SpaceX quería

introducir un cambio en el procedimiento de despegue, y tal cambio exigía una

montaña de papeleo. Podía ser, por ejemplo, que hubieran escrito todos los pasos

necesarios para sustituir un filtro —ponerse guantes, colocarse gafas de seguridad,

retirar una tuerca—, y luego quisieran alterar ese procedimiento o utilizar un tipo de

filtro diferente. En tal caso, la FAA necesitaría una semana para revisar el nuevo

proceso antes de que SpaceX pudiera cambiar por fin el filtro del cohete, un retraso

que tanto a los ingenieros como a Musk les parecería ridículo. En cierta ocasión,

después de que ocurriera algo por el estilo, Musk arremetió contra un funcionario de

la FAA en medio de una teleconferencia con miembros del equipo de SpaceX y la

NASA. «La situación se acaloró, y Musk estuvo machacando a ese tipo a nivel

personal durante al menos diez minutos», recuerda Brogan.

Musk no recuerda ese incidente, pero sí otras confrontaciones con la FAA. En una

ocasión recopiló una lista de cosas que un subordinado de la FAA había dicho en una

reunión y que a Musk le parecieron estupideces, y mandó la lista al jefe de aquel tipo.

«Y entonces, el idiota de su jefe me mandó un largo mensaje de correo diciéndome

que había estado en el programa de la lanzadera y a cargo de veinte lanzamientos o

algo por el estilo y que cómo me atrevía a decirle que aquel tipo estaba equivocado

—cuenta Musk—. Le contesté: “No solo está equivocado él, por lo que acabo de

decirle y ahora mismo le repetiré, sino que usted también lo está, por lo que voy a

explicarle a continuación”. No creo que me volviese a escribir después de aquello.

Estamos intentando causar un impacto realmente grande en la industria espacial. Si

las reglas no nos permiten progresar, debemos luchar contra ellas.

»Hay un problema fundamental con los reguladores. Si un regulador acepta

cambiar una regla y sucede algo malo, es muy fácil que arruine su carrera, mientras

que si cambia una regla y sucede algo bueno, no obtiene recompensa alguna. Es todo

muy asimétrico. Es muy fácil entender por qué los reguladores se resisten a cambiar

las reglas: porque por un lado los castigos son enormes, y por el otro, no existen

recompensas. ¿Cómo se va a comportar una persona racional en semejante

situación?»

A mediados de 2009, SpaceX contrató a un antiguo astronauta, Ken Bowersox,

como subdirector del departamento de seguridad de los astronautas y garante de las

misiones. Bowersox era un fichaje de lujo para cualquier gran empresa del ramo. Se

había titulado en ingeniería aeroespacial en la academia naval de Estados Unidos,

había sido piloto de pruebas en las fuerzas aéreas y había volado unas cuantas veces

en la lanzadera espacial. En SpaceX, mucha gente pensó que su llegada era algo

www.lectulandia.com - Página 162

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!