30.04.2013 Views

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

quince días tengo otra vez a alguien <strong>con</strong> quien compartir<br />

el espacio, digamos un compañero de habitación, y es<br />

muy buena gente, nos llevamos magníficamente Sin<br />

embargo, <strong>con</strong> él no me atrevo a hablar de mi nueva perspectiva,<br />

sencillamente porque él no la tiene, al menos<br />

por ahora, y si doy rienda suelta a mi euforia (siempre<br />

<strong>con</strong> la íntima e inevitable des<strong>con</strong>fianza de que yo padezca<br />

<strong>una</strong> optimitis aguda) temo provocar en él, así sea indirectamente,<br />

cierta desesperanza y cierta pena Todos<br />

somos generosos, por lo menos aquí hemos aprendido a<br />

serlo, sobre todo cuando queda atrás la primera etapa<br />

que suele ser egoísta, re<strong>con</strong>centrada, huraña, hasta<br />

hipo<strong>con</strong>dríaca; pero también la generosidad tiene fronteras,<br />

aledaños y colmos Recuerdo perfectamente que,<br />

hace poco más de un año, cuando salió J, yo mismo experimenté<br />

sentimientos en<strong>con</strong>trados Cómo no sentir<br />

alegría ante la realidad de que justamente él, que es un<br />

tipo excepcional, pudiera reunirse <strong>con</strong> su mujer y su madre<br />

y trabajar de nuevo y sentirse otra vez plenamente<br />

un ser humano Y sin embargo su ausencia también me<br />

desalentó, en primer término porque J es un tipazo para<br />

compartir <strong>con</strong> él las veinticuatro horas, y luego porque<br />

su ida me reveló el rigor y la tristeza de mi quedada Es<br />

curioso, pero el buen compañerismo no <strong>con</strong>siste siempre<br />

en hablar o escuchar, en <strong>con</strong>tarnos las vidas y las muertes,<br />

los amores y los desamores, en narrarnos novelas<br />

que leímos hace mucho y que ahora no tenemos a<br />

mano, en discutir sobre filosofía y sus suburbios, en sacar<br />

<strong>con</strong>clusiones de experiencias pasadas, en analizar y analizarnos<br />

ideológicamente, en intercambiar las respectivas<br />

infancias o, cuando se puede, en jugar al ajedrez El<br />

buen compañerismo <strong>con</strong>siste muchas veces en callar, en<br />

respetar el la<strong>con</strong>ismo del otro, en comprender que eso es<br />

lo que el otro necesita en esa precisa y oscura jornada, y<br />

entonces arroparlo <strong>con</strong> nuestro silencio, o dejar que él<br />

nos arrope <strong>con</strong> el suyo, pero, y este pero es fundamental,<br />

sin que ninguno de los dos lo pida ni lo exija, sino que el<br />

otro lo comprenda por sí mismo, en <strong>una</strong> espontánea soli-<br />

126

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!