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Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

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DON RAFAEL (Quitar los escombros)<br />

Es raro Mi hijo va a salir de la cárcel, va a llegar aquí<br />

cualquier día de éstos y yo asumo la noticia <strong>con</strong> toda naturalidad,<br />

casi como si fuera el corolario de un presagio<br />

¿Acaso era tan previsible? ¿Cuántos, aun <strong>con</strong> menos<br />

años de prisión que Santiago, un día no pudieron más<br />

<strong>con</strong> su angustia o su cáncer o su propia historia, y murieron?<br />

¿Cuántos más enloquecieron de desaliento o de impotencia?<br />

Sin embargo, desde el comienzo supe que iba<br />

a salir Por instinto tal vez, por corazonada de viejo Lo<br />

más curioso es que cuando Graciela me lo comunicó, en<br />

ese primer instante revelador no pensé en él ni en mí ni<br />

en mi nieta ni en el problema gordo que aquí le aguarda<br />

Sólo pensé en su madre, en Mercedes Pensé en ella<br />

como si estuviera viva, como si mi legítimo, razonable<br />

impulso fuera el de ir corriendo a avisarle, a decirle que<br />

pronto lo podría abrazar, estrujar, tocarle las mejillas,<br />

llorarle en el hombro, qué sé yo Y así advertí que, a pesar<br />

de los años transcurridos, a pesar de Lydia hoy y<br />

otras más ayer y anteayer, existe todavía un nexo reservado<br />

que me une a Mercedes, al nombre y el recuerdo<br />

de Mercedes, <strong>con</strong> su atuendo siempre marrón; su mirada<br />

quieta, que allí en el fondo tenía permanentemente un<br />

puntito de emoción; sus manos débiles y sin embargo seguras;<br />

su sonrisa in<strong>con</strong>fundible y a menudo hermética;<br />

su tierna solicitud hacia Santiago A veces se me antoja<br />

(<strong>una</strong> locura como cualquier otra) que ella habría querido<br />

un biombo tras el cual hablar <strong>con</strong> Santiago, acariciar a<br />

Santiago, mirar a Santiago, sin que el resto del mundo<br />

(yo incluido en el mundo) la import<strong>una</strong>ra <strong>con</strong> su curiosidad,<br />

su deferencia o su recelo Pero como, por supuesto,<br />

no había biombo, sufría un poco, no escandalosamente,<br />

sino <strong>con</strong> moderación, como era su estilo No era fea Mer-<br />

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