Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti
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alas, y sin embargo no poseen un ánimo a prueba de<br />
desencantos Si al menos yo y otros veteranos pudiéramos<br />
<strong>con</strong>vencerlos de que su obligación es mantenerse<br />
jóvenes No envejecer de nostalgia, de tedio o de rencor,<br />
sino mantenerse jóvenes, para que en la hora del regreso<br />
vuelvan como jóvenes y no como residuos de pasadas<br />
rebeldías Como jóvenes, es decir, como vida<br />
Después de esta tirada creo que tengo derecho a respirar<br />
hondo Decididamente, cuando me pongo serio<br />
puedo volverme insoportable Pero también cabe la posibilidad<br />
de que el verdadero Rafael Aguirre sea éste, el<br />
insoportable, el pesado, el retórico, y que en cambio el<br />
otro Rafael Aguirre, el que disfruta haciendo juegos de<br />
palabras y se burla un poco de los demás y bastante de sí<br />
mismo, sea en realidad <strong>una</strong> máscara del otro<br />
Quizá sea un modo irregular, anómalo, de responder a<br />
mi propia pregunta: ¿soy extranjero? Y me respondo así,<br />
<strong>con</strong> <strong>una</strong> mano, la derecha, en el sudario, y otra, la izquierda,<br />
dibujando un sol que ojalá fuera tan espontáneo<br />
y luminoso como el que traza mi nieta <strong>con</strong> sus insólitos<br />
e insolentes colores Sólo que yo no puedo diseñar<br />
un sol verde y <strong>una</strong>s nubes rosas como ella sí hace, sin la<br />
menor retórica de cielo Y en definitiva creo que en mí<br />
puede más el sol (aunque sea ortodoxamente amarillo y<br />
naranja) que el sudario<br />
Lo único que puede redimir a un viejo es que a duras<br />
penas se sienta joven He dicho joven y no verde, ojo<br />
No que se haga el pibe vistiendo colorinches o escuchando<br />
esa porquería <strong>con</strong> la que aturden en las discotecas<br />
(ah los incomparables Beatles de mi prevejez, aquellos<br />
de “Michelle” o “Yesterday” o “Eleanor Rigby”), sino sintiéndose,<br />
a duras y maduras penas, un viejo joven<br />
Tal vez fue eso lo primero que entendió Lydia, y tal<br />
vez fue eso (quiero decir el hecho de que lo haya entendido)<br />
lo primero que me gustó en ella Y sin hacerse demasiadas<br />
ilusiones Quizá sucedió de ese modo porque<br />
es de aquí, digamos porque no es compatriota Nadie<br />
puede ni quiere quitarse sus nostalgias, pero el exilio no<br />
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