Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti
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Estuve ahorrando durante dos años para darme el gustazo<br />
de venir <strong>una</strong> semana a Cuba” “¿Y cómo se siente<br />
allá?” “En el aspecto e<strong>con</strong>ómico, bien Pero nada más<br />
Por otra parte, vos sabés (¿puedo tutearte, verdad?), la<br />
emigración a Australia no fue precisamente política, sino<br />
más bien e<strong>con</strong>ómica, aunque me digas que eso significa<br />
que es indirectamente política Y es cierto, pero por lo<br />
general los emigrados e<strong>con</strong>ómicos no tienen <strong>con</strong>ciencia<br />
de esa relación En este sentido es un exilio bastante ingrato,<br />
muy distinto al de otros sitios A veces hay un respiro,<br />
por ejemplo cuando vienen Los Olimareños y la<br />
gente va a oírlos porque, a pesar de todo, los temas del<br />
terruño siguen <strong>con</strong>moviéndola Y no sólo los temas<br />
También los nombres de árboles, de flores, de cerros, las<br />
figuras históricas, las calles, los pueblos, las referencias al<br />
cielo, a los atardeceres, a los ríos, a cualquier arroyito de<br />
mala muerte Pero se van los Olima y volvemos todos a<br />
nuestra rutina, a nuestro aislamiento Yo digo que en<br />
Australia somos el Archipiélago Oriental, porque en realidad<br />
<strong>con</strong>stituimos <strong>una</strong> suma de islas, de islotes, de tipos<br />
o parejas o familias, todos aislados, en soledades más o<br />
menos <strong>con</strong>fortables, pero que no dejan de ser soledades<br />
Algunos mandan plata a las porciones de familia que<br />
quedaron en Uruguay, y eso da cierto sentido a sus vidas<br />
y a su trabajo” “¿Y no intentan por lo menos integrarse<br />
en el medio, hacerse de amigos australianos?” “Mirá, no<br />
es fácil Ante todo está la barrera del idioma Es claro<br />
que <strong>con</strong> el tiempo cualquiera acaba por aprender inglés,<br />
pero cuando se llega a ese punto uno ya se ha acostumbrado<br />
al aislamiento, y es difícil cambiar la rutina Además,<br />
la sociedad australiana, si bien necesita la mano de<br />
obra extranjera, no se abre así nomás a los emigrantes<br />
He entrado en muchos hogares australianos, pero sólo<br />
como plomero Y si la familia está reunida cuando paso<br />
<strong>con</strong> mi caja de herramientas, automáticamente dejan de<br />
hablar” “¿Y por qué te interesaba tanto venir a Cuba?”<br />
“No lo sé exactamente Es <strong>una</strong> de esas fascinaciones, parecidas<br />
a las que uno tiene en la infancia o en la adoles-<br />
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