30.04.2013 Views

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

Primavera con una esquina rota - Mario Benedetti

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Sí, está en la cárcel<br />

—Y eso hace que me sienta como cercada Él está<br />

preso allá, pero yo también estoy aprisionada en <strong>una</strong> situación<br />

Sonó el teléfono Graciela hizo un gesto de fastidio: el<br />

timbre destruía el clima de comunicación, estropeaba la<br />

<strong>con</strong>fidencia El suegro dejó la mecedora y levantó el<br />

tubo<br />

—No, ahora no estoy solo Pero vení mañana Tengo<br />

ganas de verte Sí, de veras No estoy solo, pero no es<br />

<strong>una</strong> presencia que deba preocuparte Bueno, te espero<br />

en la tarde ¿A las siete te parece bien? Chau<br />

El suegro colgó y volvió a instalarse en la mecedora<br />

Miró a Graciela, calibró su expresión de sorpresa y no<br />

tuvo más remedio que sonreír<br />

—Bueno, estoy viejo pero no tanto Y además, la soledad<br />

total es muy jodida<br />

—Me sorprendí un poco, pero me alegro, Rafael También<br />

me dio un poco de vergüenza Uno está siempre demasiado<br />

atento a su propio ombligo; le parece que los<br />

problemas propios son los únicos importantes No siempre<br />

se da cuenta de que los demás también tienen los<br />

suyos<br />

—Te diré que a esto mío yo no lo llamaría exactamente<br />

problema No es <strong>una</strong> muchacha, ¿sabés? Aunque sí es<br />

bastante más joven que yo Eso siempre estimula Además,<br />

es buena gente Todavía no sé cuánto durará, pero<br />

por ahora me hace bien Confidencia por <strong>con</strong>fidencia, te<br />

diré que me siento menos inseguro, más optimista, <strong>con</strong><br />

más ganas de seguir viviendo<br />

—De veras me alegro<br />

—Sí, yo sé que sos sincera<br />

El suegro estiró un brazo hasta <strong>una</strong> puertita de la biblioteca<br />

La abrió y extrajo <strong>una</strong> botella y dos vasos<br />

—¿Querés un trago?<br />

—Sí, me vendrá bien<br />

Antes de beber se miraron y Graciela sonrió<br />

—Con su inesperada historia casi me hizo olvidar la mía<br />

99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!