You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
todo, d<strong>el</strong> átomo y <strong>de</strong> todos los sistemas solares; y esto en términos a<strong>de</strong>cuados a su<br />
entendimiento humano, o sea en términos <strong>de</strong> visión antropomórfica: <strong>el</strong> Hombre Cósmico.<br />
Una iniciación idéntica podría haberse efectuado por medio <strong>de</strong> la imagen igualmente válida<br />
d<strong>el</strong> Caballo Cósmico, <strong>el</strong> Águila Cósmica, <strong>el</strong> Árbol Cósmico, o la Mantis R<strong>el</strong>igiosa Cósmica. 31<br />
Lo que es más, la rev<strong>el</strong>ación registrada en <strong>el</strong> “Canto d<strong>el</strong> Señor” fue hecha en términos<br />
a<strong>de</strong>cuados a la casta y a la raza <strong>de</strong> Arjuna: <strong>el</strong> Hombre Cósmico a quien él contempló [216] era<br />
un aristócrata y un hindú como él. En forma correspondiente, en Palestina <strong>el</strong> Hombre<br />
Cósmico apareció como judío; en la antigua Alemania como germano; entre los Basuto es un<br />
negro y en Japón un japonés. La raza y la estatura <strong>de</strong> la figura que simboliza <strong>el</strong> Universo<br />
inmanente y trascen<strong>de</strong>nte son <strong>de</strong> importancia histórica, no semántica; también <strong>el</strong> sexo: la<br />
Mujer Cósmica, que aparece en la iconografía <strong>de</strong> los jainistas 32 es un símbolo tan <strong>el</strong>ocuente<br />
como <strong>el</strong> d<strong>el</strong> Hombre Cósmico.<br />
Los símbolos son sólo los vehículos <strong>de</strong> la comunicación; no <strong>de</strong>ben confundirse con <strong>el</strong><br />
término final, <strong>el</strong> contenido, <strong>de</strong> su referencia. No importa lo atractivos o impresionantes que<br />
parezcan, no son más que los medios convenientes, acomodados al entendimiento humano.<br />
De aquí la personalidad o personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Dios, ya sea que estén representadas en<br />
términos trinitarios, dualistas o unitarios, en términos politeístas, monoteístas o henoteístas,<br />
en forma pictórica o verbal, como un hecho documentado o como una visión apocalíptica,<br />
nadie <strong>de</strong>bería intentar leerlos o interpretarlos como la cosa final. El problema d<strong>el</strong> teólogo es<br />
conservar la transparencia <strong>de</strong> su símbolo, para que no oscurezca la misma luz que se supone<br />
ha <strong>de</strong> reflejar. “Porque sólo conocemos a Dios verda<strong>de</strong>ramente —escribe Santo Tomás <strong>de</strong><br />
Aquino— cuando creemos que está muy por encima <strong>de</strong> todo lo que posiblemente <strong>el</strong> hombre<br />
pue<strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> Dios.” 33 El Upanishad Kena tiene <strong>el</strong> mismo espíritu: “saber no es saber, no<br />
saber es saber”. 34 El equivocar <strong>el</strong> vehículo por su contenido pue<strong>de</strong> llevar a <strong>de</strong>rramar no sólo<br />
la tinta sin valor sino la sangre valiosa.<br />
La siguiente observación se refiere a que la transfiguración <strong>de</strong> Jesús fue atestiguada<br />
por <strong>de</strong>votos que habían extinguido sus volunta<strong>de</strong>s personales, por hombres que habían<br />
prescindido hacía mucho <strong>de</strong> la “vida”, d<strong>el</strong> “<strong>de</strong>stino personal”, d<strong>el</strong> “<strong>de</strong>stino”, por una<br />
31 “Om. La cabeza d<strong>el</strong> caballo d<strong>el</strong> sacrificio es <strong>el</strong> amanecer, su ojo es <strong>el</strong> sol, su fuerza vital <strong>el</strong> aire, su boca abierta<br />
<strong>el</strong> fuego llamado Vaishvanara y su cuerpo es <strong>el</strong> año. Su espada es <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, su vientre <strong>el</strong> firmamento, sus cascos la<br />
tierra, sus cuatro costados los cuatro cuartos <strong>de</strong> la tierra, sus costil<strong>las</strong> los cuartos intermedios, sus miembros <strong>las</strong><br />
estaciones, sus coyunturas los meses y <strong>las</strong> quincenas, sus patas son los días y <strong>las</strong> noches, sus huesos son <strong>las</strong><br />
estr<strong>el</strong><strong>las</strong> y su carne <strong>las</strong> nubes. Su alimento digerido a medias es arena; sus venas, los ríos; su hígado y su bazo,<br />
<strong>las</strong> montañas; sus p<strong>el</strong>os, <strong>las</strong> hierbas y los árboles. Su parte anterior es <strong>el</strong> sol que ascien<strong>de</strong>, su parte posterior es <strong>el</strong><br />
sol que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>, sus bostezos son r<strong>el</strong>ámpagos, <strong>las</strong> sacudidas <strong>de</strong> su cuerpo son los truenos, su orina es la lluvia y<br />
sus r<strong>el</strong>inchos son la voz” (Brihadaranyaka Upanishad, 1, 1, 1; traducido por Swami Madhavananda, Mayavati,<br />
1934).<br />
...<strong>el</strong> arquetipo,<br />
Cuerpo <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong>seo carnívoro y en punta,<br />
Suspenso por sí mismo en anchas a<strong>las</strong> <strong>de</strong> tormenta: mas los ojos<br />
Eran chorros <strong>de</strong> sangre, los ojos arrancados; sangre oscura<br />
Corría <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> tristes cuencas a la punta d<strong>el</strong> pico.<br />
Llovía por los yermos espacios <strong>de</strong> los ci<strong>el</strong>os vacíos.<br />
Mas la gran Vida prosiguió; y la gran Vida<br />
Era hermosa y bebió su <strong>de</strong>rrota y <strong>de</strong>voró<br />
Como alimento su hambre.<br />
(Robinson Jeffers, Cawdor, p. 116)<br />
El Árbol Cósmico es una bien conocida figura mitológica (Yggdrasil, <strong>el</strong> Fresno d<strong>el</strong> Mundo, <strong>de</strong> <strong>las</strong> Eddas). La<br />
mantis <strong>de</strong>sempeña un pap<strong>el</strong> más importante en la mitología <strong>de</strong> los bosquimanos d<strong>el</strong> sur <strong>de</strong> África (ver también<br />
lám. XVI).<br />
32 El Jainismo es una r<strong>el</strong>igión hindú heterodoxa (niega la autoridad <strong>de</strong> los Vedas) que en su iconografía rev<strong>el</strong>a<br />
ciertas hu<strong>el</strong><strong>las</strong> extraordinariamente arcaicas (ver pp. 239 ss., infra.).<br />
33 Summa contra Gentiles, V, 3.<br />
34 Kena Upanishad, 2: 3.<br />
135