Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En su forma viva, <strong>el</strong> individuo es necesariamente sólo una fracción y una distorsión<br />
<strong>de</strong> la imagen total d<strong>el</strong> hombre. Está limitado, ya sea hembra o varón; también lo está en<br />
cualquier período <strong>de</strong> su vida, como niño, como joven, como adulto o como anciano; y no sólo<br />
eso, sino que en su vida está necesariamente especializado como artesano, comerciante,<br />
sirviente o ladrón, sacerdote, lí<strong>de</strong>r, esposa, monja o prostituta; no pue<strong>de</strong> serlo todo. De aquí<br />
que la totalidad, la plenitud d<strong>el</strong> hombre, no esté en un miembro aparte, sino en <strong>el</strong> cuerpo <strong>de</strong><br />
la sociedad como un todo; <strong>el</strong> individuo pue<strong>de</strong> sólo ser un órgano. De su grupo ha tomado <strong>las</strong><br />
técnicas <strong>de</strong> vida, <strong>el</strong> lenguaje en que piensa, <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as por <strong>las</strong> cuales lucha; los genes que han<br />
construido su cuerpo <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n d<strong>el</strong> pasado <strong>de</strong> esa sociedad. Si preten<strong>de</strong> aislarse, ya sea en<br />
hechos, pensamientos o sentimientos, sólo logra romper <strong>las</strong> r<strong>el</strong>aciones con <strong>las</strong> fuentes <strong>de</strong> su<br />
existencia.<br />
Las ceremonias tribales d<strong>el</strong> nacimiento, la iniciación, <strong>el</strong> matrimonio, <strong>el</strong> entierro, la<br />
adquisición <strong>de</strong> un estado social, etc., sirven para trasladar <strong>las</strong> crisis y hechos <strong>de</strong> la vida d<strong>el</strong><br />
individuo a formas clásicas e impersonales. Estas formas tienen por objeto mostrarlo a sí<br />
mismo, no como esta personalidad o la otra, sino como <strong>el</strong> guerrero, la <strong>de</strong>sposada, la viuda, <strong>el</strong><br />
sacerdote, <strong>el</strong> jefe; al mismo tiempo se representa para <strong>el</strong> resto <strong>de</strong> la comunidad la vieja<br />
lección <strong>de</strong> <strong>las</strong> etapas arquetípicas. Todos participan en <strong>el</strong> ceremonial <strong>de</strong> acuerdo con su rango<br />
y su función. La sociedad entera se hace visible como una unidad viva e imperece<strong>de</strong>ra. Pasan<br />
generaciones <strong>de</strong> individuos como célu<strong>las</strong> anónimas <strong>de</strong> un cuerpo vivo; pero permanece la<br />
forma [338] sustentante e intemporal. Por una ampliación <strong>de</strong> la visión para abarcar a este<br />
superindividuo, cada uno se <strong>de</strong>scubre a sí mismo engran<strong>de</strong>cido, enriquecido, apoyado y<br />
magnificado. Su pap<strong>el</strong>, aunque no sea nada impresionante, se ve como intrínseco a la b<strong>el</strong>la<br />
imagen festiva d<strong>el</strong> hombre, la imagen potencial pero necesariamente inhibida que está<br />
<strong>de</strong>ntro d<strong>el</strong> individuo.<br />
Los <strong>de</strong>beres sociales continúan la lección d<strong>el</strong> festival en la existencia diaria y normal y<br />
se le da más vali<strong>de</strong>z al individuo. Por <strong>el</strong> contrario, la indiferencia, <strong>las</strong> revoluciones o <strong>el</strong> exilio<br />
rompen <strong>las</strong> conexiones vitales. Des<strong>de</strong> <strong>el</strong> punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la unidad social, <strong>el</strong> individuo<br />
aislado no es sino una nada, un <strong>de</strong>sperdicio. De aquí que <strong>el</strong> hombre o la mujer que puedan<br />
<strong>de</strong>cir honestamente que han vivido su pap<strong>el</strong> —ya sea <strong>el</strong> <strong>de</strong> sacerdote, prostituta, reina o<br />
esclavo— se refieren al sentido completo d<strong>el</strong> verbo ser.<br />
Los ritos <strong>de</strong> la iniciación y <strong>de</strong> la adquisición <strong>de</strong> una situación, pues, muestran la<br />
lección <strong>de</strong> la unidad esencial d<strong>el</strong> individuo y <strong>el</strong> grupo; los festivales <strong>de</strong> <strong>las</strong> estaciones abren<br />
un horizonte mayor. Así como <strong>el</strong> individuo es un órgano <strong>de</strong> la sociedad, así es la tribu o la<br />
ciudad —así es la humanidad entera—, sólo una fase d<strong>el</strong> po<strong>de</strong>roso organismo d<strong>el</strong> cosmos.<br />
Ha sido costumbre <strong>de</strong>scribir los festivales <strong>de</strong> <strong>las</strong> estaciones <strong>de</strong> los llamados pueblos<br />
primitivos como esfuerzos para dominar a la naturaleza. Ésta es una representación<br />
equivocada. Hay mucha voluntad <strong>de</strong> dominio en todos los actos d<strong>el</strong> hombre, y<br />
particularmente en aqu<strong>el</strong><strong>las</strong> ceremonias mágicas que se supone han <strong>de</strong> traer la lluvia, curar<br />
<strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>tener <strong>las</strong> inundaciones; sin embargo, <strong>el</strong> motivo dominante en <strong>el</strong><br />
ceremonial <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> r<strong>el</strong>igiones verda<strong>de</strong>ras (oponiéndo<strong>las</strong> a la magia negra) es la sumisión<br />
a lo inevitable d<strong>el</strong> <strong>de</strong>stino, y en los festivales <strong>de</strong> <strong>las</strong> estaciones este motivo es particularmente<br />
evi<strong>de</strong>nte.<br />
No se ha registrado ningún mito tribal que intente postergar la llegada d<strong>el</strong> invierno;<br />
al contrario: los ritos preparan a la comunidad para soportar, junto con <strong>el</strong> resto <strong>de</strong> la<br />
naturaleza, la estación d<strong>el</strong> frío tremendo. Y en la primavera, los ritos no intentan obligar a la<br />
naturaleza a producir <strong>de</strong> inmediato maíz, frijol y calabazas para la comunidad <strong>de</strong>bilitada;<br />
por <strong>el</strong> contrario, los ritos <strong>de</strong>dican a todo <strong>el</strong> pueblo a la obra <strong>de</strong> la estación <strong>de</strong> la naturaleza. El<br />
maravilloso ciclo d<strong>el</strong> año es c<strong>el</strong>ebrado con todos sus [339] contratiempos y períodos <strong>de</strong><br />
júbilo, y es bosquejado y representado como una continuidad d<strong>el</strong> ciclo vital d<strong>el</strong> grupo<br />
humano.<br />
Muchas otras simbolizaciones <strong>de</strong> esta continuidad llenan <strong>el</strong> mundo <strong>de</strong> la comunidad<br />
mitológicamente instruida. Por ejemplo, los clanes <strong>de</strong> <strong>las</strong> tribus cazadoras norteamericanas<br />
210