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Fig. 1. Silenos y Ména<strong>de</strong>s<br />

Muy asombroso es <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que un gran número <strong>de</strong> <strong>las</strong> imágenes y ceremonias<br />

rituales correspondan a <strong>las</strong> que aparecen automáticamente en <strong>el</strong> sueño <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> momento en<br />

que <strong>el</strong> paciente psicoanalizado comienza a abandonar sus i<strong>de</strong>as fijas <strong>de</strong> la niñez y a avanzar<br />

en <strong>el</strong> futuro. Entre los aborígenes <strong>de</strong> Australia, por ejemplo, uno <strong>de</strong> los rasgos [18]<br />

principales <strong>de</strong> la prueba <strong>de</strong> iniciación es <strong>el</strong> rito <strong>de</strong> la circuncisión por medio d<strong>el</strong> cual <strong>el</strong><br />

muchacho en la pubertad es separado <strong>de</strong> la madre y llevado a la sociedad y la ciencia secreta<br />

<strong>de</strong> los hombres. “Cuando un muchacho <strong>de</strong> la tribu murngin va a ser circuncidado, sus<br />

padres y los viejos le dicen: ‘El Gran Padre Serpiente hu<strong>el</strong>e tu prepucio y lo pi<strong>de</strong>.’ Los<br />

muchachos creen que esto es literalmente cierto, y se aterrorizan en extremo. Usualmente se<br />

refugian en su madre, en la madre <strong>de</strong> su madre o en algún otro pariente femenino favorito,<br />

porque saben que los hombres están organizados para llevarlo al terreno <strong>de</strong> los hombres,<br />

don<strong>de</strong> la gran serpiente brama. Las mujeres se lamentan en alta voz junto a los muchachos<br />

durante la ceremonia; esto es para que la gran serpiente no se los trague.” 11 Ahora observamos<br />

su contraparte <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> inconsciente. “En un sueño —escribe <strong>el</strong> Dr. C. G. Jung—,<br />

un paciente encontró la siguiente escena: Una serpiente saltó <strong>de</strong> una cueva húmeda y mordió<br />

al paciente en la región genital. Este sueño tuvo lugar en <strong>el</strong> instante en que <strong>el</strong> paciente se<br />

convenció <strong>de</strong> la verdad d<strong>el</strong> análisis y comenzó a liberarse <strong>de</strong> <strong>las</strong> ataduras <strong>de</strong> su complejo<br />

materno.” 12<br />

Siempre ha sido función primaria <strong>de</strong> la mitología y d<strong>el</strong> rito suplir los símbolos que<br />

11<br />

Géza Róheim, The Eternal Ones of the Dream (Nueva York; International Universities<br />

Press, 1945), p. 178.<br />

12<br />

C. G. Jung, Wandlungen und Symbole <strong>de</strong>r Libido (2° edición, Leipzig-Viena, 1925), p. 355;<br />

traducida por Beatrice M. Hinkle bajo <strong>el</strong> título Psychology of the Unconcious, A Study of the<br />

Transformations and Symbolism of the Libido (Nueva York: Dodd, Mead and Company, 1937), p.<br />

413.<br />

14

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