08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

así como lo <strong>de</strong> la música en <strong>el</strong> coche. Me había calado en muchas cosas que yo no le<br />

había dicho jamás.<br />

—No tienes por qué hablar <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo —me dijo.<br />

Asentí, agra<strong>de</strong>cida.<br />

—Pero no te enfa<strong>de</strong>s porque te ron<strong>de</strong>, ¿vale? —Jacob me palmeó <strong>el</strong> dorso <strong>de</strong> la<br />

mano—. No me voy a rendir. Tengo tiempo <strong>de</strong> sobra.<br />

Suspiré.<br />

—No <strong>de</strong>berías <strong>de</strong>sperdiciarlo en mí —le respondí, aunque quería que lo hiciera,<br />

en especial si estaba dispuesta a aceptarme tal y como yo me encontraba, es <strong>de</strong>cir,<br />

como algo muy parecido a un objeto estropeado.<br />

—Es lo que quiero hacer, siempre y cuando que te guste estar en mi compañía.<br />

—No logro imaginarme cómo no voy a querer estar contigo —le respondí<br />

sinceramente.<br />

Jacob esbozó una sonrisa radiante.<br />

—Puedo vivir con eso.<br />

—No esperes nada más —le previne mientras intentaba retirar mi mano. Él la<br />

retuvo con obstinación.<br />

—En realidad, esto no te molesta, ¿verdad? —inquirió mientras me estrechaba<br />

los <strong>de</strong>dos.<br />

—No.<br />

Suspiré. Era agradable en verdad. Sentía su mano mucho más caliente que la<br />

mía, que últimamente estaba <strong>de</strong>masiado fría.<br />

—Tampoco te preocupa lo que él piense —alzó <strong>el</strong> pulgar en dirección a los<br />

servicios.<br />

—Supongo que no.<br />

—En tal caso, ¿cuál es <strong>el</strong> problema?<br />

—El problema —le dije— es que esto tiene un significado diferente para mí que<br />

para ti.<br />

—Bueno —su presa en torno a mi mano se tensó más—. Ése es mi problema,<br />

¿no?<br />

—Perfecto —refunfuñé—, pero no lo olvi<strong>de</strong>s.<br />

—No voy a hacerlo. Ahora soy yo quien sujeta la granada sin <strong>el</strong> seguro, ¿no? —<br />

espetó mientras me co<strong>de</strong>aba las costillas.<br />

Puse los ojos en blanco. Supuse que si le apetecía hacer un chiste al respecto,<br />

tenía todo <strong>el</strong> <strong>de</strong>recho d<strong>el</strong> mundo.<br />

Rió entre dientes y sin hacer ruido mientras la yema <strong>de</strong> su <strong>de</strong>do trazaba<br />

distraídamente diseños sobre <strong>el</strong> dorso <strong>de</strong> mi mano.<br />

—¡Qué cicatriz tan rara tienes ahí! —dijo <strong>de</strong> pronto mientras me giraba la<br />

muñeca para examinarla—. ¿Cómo te la hiciste?<br />

El índice <strong>de</strong> su mano libre recorrió la línea <strong>de</strong> la gran media <strong>luna</strong> plateada que<br />

apenas era visible en mi pálida pi<strong>el</strong>. Torcí <strong>el</strong> gesto.<br />

—¿De verdad esperas que recuer<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> me hice todas las cicatrices?<br />

Esperé a que los recuerdos se abatieran sobre mí y abrieran <strong>de</strong> nuevo <strong>el</strong> hueco<br />

- 127 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!