08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me di cuenta <strong>de</strong> que yacía inerte. La corriente ya no me arrastraba, los tirones<br />

sólo existían <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi cabeza. La superficie sobre la que me encontraba era plana<br />

e inmóvil. Sentí su textura granulosa contra la pi<strong>el</strong> <strong>de</strong>snuda.<br />

—No lo sé —contestó Jacob, todavía frenético. Su voz sonaba muy cerca. Sus<br />

manos, tenían que ser las suyas, porque nadie las tenía tan calientes, me apartaban <strong>el</strong><br />

cab<strong>el</strong>lo mojado <strong>de</strong> las mejillas—. ¿Unos cuantos minutos? No me ha llevado mucho<br />

tiempo traerla hasta la playa.<br />

El tranquilo susurro que oía en mi cabeza no eran las olas, sino <strong>el</strong> aire que salía<br />

y entraba <strong>nueva</strong>mente <strong>de</strong> mis pulmones. Tenía las vías respiratorias en carne viva,<br />

como si las hubiera frotado con un estropajo <strong>de</strong> aluminio, por lo que cada aliento me<br />

quemaba, pero todavía respiraba. También estaba h<strong>el</strong>ada. Un millar <strong>de</strong> punzantes<br />

gotas cong<strong>el</strong>adas me pinchaban la cara y los brazos, haciendo que <strong>el</strong> frío fuera aún<br />

peor.<br />

—Vu<strong>el</strong>ve a respirar, saldrá <strong>de</strong> ésta. De todos modos no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar que se<br />

enfríe, no me gusta <strong>el</strong> color que está tomando —esta vez reconocí la voz <strong>de</strong> Sam.<br />

—¿Qué crees? ¿Le pasará algo si la movemos?<br />

—¿Se golpeó en la espalda o contra algo al caer?<br />

—No lo sé.<br />

Ambos dudaron.<br />

Intenté abrir los ojos. Me llevó casi un minuto, pero pu<strong>de</strong> ver las oscuras nubes<br />

<strong>de</strong> color púrpura que <strong>de</strong>jaban caer una lluvia h<strong>el</strong>ada sobre mí.<br />

—¿Jake? —grazné.<br />

El rostro <strong>de</strong> Jacob bloqueó <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o.<br />

—¡Ah! —ja<strong>de</strong>ó mientras <strong>el</strong> alivio le recorría las facciones. Tenía los ojos<br />

hume<strong>de</strong>cidos a causa d<strong>el</strong> aguacero—. ¡Oh, B<strong>el</strong>la! ¿Estás bien? ¿Pue<strong>de</strong>s oírme? ¿Te has<br />

hecho daño en alguna parte?<br />

—S-sólo en l-la garganta... —tartamu<strong>de</strong>é, con los labios temblorosos <strong>de</strong> frío.<br />

—En tal caso, será mejor que te saquemos <strong>de</strong> aquí —dijo Jacob. Deslizó sus<br />

brazos <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> mí y me alzó sin esfuerzo, como si fuera una caja vacía. Su pecho<br />

estaba <strong>de</strong>snudo, pero caliente; encorvó los hombros para protegerme <strong>de</strong> la lluvia. Se<br />

me <strong>de</strong>slizó la cabeza hacia su brazo. Miré <strong>de</strong> forma inexpresiva a su espalda, don<strong>de</strong><br />

<strong>el</strong> agua golpeaba con furia la arena.<br />

—¿La tienes? —le oí preguntar a Sam.<br />

—Sí, me la llevaré <strong>de</strong> aquí. Vu<strong>el</strong>vo al hospital. Luego me reuniré contigo.<br />

Gracias, Sam.<br />

La cabeza todavía me daba vu<strong>el</strong>tas. Su conversación carecía <strong>de</strong> sentido para mí<br />

en ese momento. Sam no contestó. No se oía nada; me pregunté si ya se habría<br />

marchado.<br />

Las olas lamían y removían la arena <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> nosotros mientras Jacob me<br />

sacaba <strong>de</strong> allí. Parecían enfadadas porque me hubiera escapado. Mientras miraba<br />

cansinamente hacia <strong>el</strong> horizonte, una chispa <strong>de</strong> color captó la atención <strong>de</strong> mis ojos<br />

extraviados; una pequeña llama <strong>de</strong> fuego bailaba sobre la masa <strong>de</strong> agua negra, allá<br />

lejos, en la bahía. La imagen carecía <strong>de</strong> sentido y me pregunté si estaba o no<br />

- 216 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!