08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

llegué a ese momento. Al menos, a diferencia <strong>de</strong> la última vez, cuando tuve que huir<br />

precipitadamente <strong>de</strong> Forks para escapar <strong>de</strong> vampiros sedientos en vez <strong>de</strong> ir a su<br />

encuentro, no iba a tener que <strong>de</strong>spedirme <strong>de</strong> Charlie.<br />

Jacob y Alice se hallaban enzarzados en una especie <strong>de</strong> careo d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> la<br />

puerta abierta. Estaban lo bastante separados para que en un primer momento se<br />

pudiera pensar que mantenían una conversación. Ninguno <strong>de</strong> los dos pareció<br />

percatarse <strong>de</strong> mi bulliciosa llegada.<br />

—Podrías controlarte <strong>de</strong> vez en cuando. Esas sanguiju<strong>el</strong>as <strong>de</strong> las que le has<br />

hablado a B<strong>el</strong>la... —le acusaba Jacob con encono.<br />

—Sí, tienes razón, perrito —Alice gruñía también—. Los Vulturis son la<br />

personificación <strong>de</strong> nuestra especie, la razón por la que se te pone <strong>el</strong> v<strong>el</strong>lo <strong>de</strong> punta<br />

cuando me olfateas, la esencia <strong>de</strong> tus pesadillas, <strong>el</strong> pavor que hay <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> tus<br />

instintos. No soy ajena a esa realidad...<br />

—¡Y tú la vas a llevar ante <strong>el</strong>los como una bot<strong>el</strong>lita <strong>de</strong> vino a una fiesta! —<br />

bramó él.<br />

—¿Acaso crees que va estar mejor si la <strong>de</strong>jo aquí sola, con Victoria al acecho?<br />

—Po<strong>de</strong>mos encargarnos <strong>de</strong> la p<strong>el</strong>irroja.<br />

—En ese caso, ¿por qué sigue <strong>de</strong> caza?<br />

Jacob refunfuñó y un estremecimiento recorrió su torso.<br />

—¡Dejad eso! —les grité a ambos, loca <strong>de</strong> impaciencia—. Discutid a nuestro<br />

regreso. ¡Vamos!<br />

Alice se giró hacia <strong>el</strong> coche y <strong>de</strong>sapareció en su interior a toda prisa. Me<br />

apresuré a seguir sus pasos, aunque <strong>de</strong> inmediato me <strong>de</strong>tuve para cerrar la puerta.<br />

Jacob me tomó d<strong>el</strong> brazo con mano temblorosa.<br />

—B<strong>el</strong>la, por favor, te lo suplico.<br />

Sus ojos negros refulgían llenos <strong>de</strong> lágrimas. Se me hizo un nudo en la<br />

garganta.<br />

—Jake, <strong>de</strong>bo...<br />

—No, no <strong>de</strong>bes, la verdad es que no, lo cierto es que te pue<strong>de</strong>s quedar aquí<br />

conmigo. Quédate y vive. Hazlo por Charlie. Hazlo por mí.<br />

El motor d<strong>el</strong> Merce<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Carlisle ronroneó. El ritmo d<strong>el</strong> zumbido aumentó<br />

cuando Alice ac<strong>el</strong>eró.<br />

Negué con la cabeza y las lágrimas <strong>de</strong> mis ojos salieron <strong>de</strong>spedidas a causa d<strong>el</strong><br />

brusco movimiento. Solté <strong>el</strong> brazo y él no se opuso.<br />

—No mueras, B<strong>el</strong>la —dijo con voz estrangulada—. No vayas. No.<br />

¿Y si nunca le volvía a ver? La i<strong>de</strong>a se abrió camino entre las mudas lágrimas y<br />

un sollozo escapó <strong>de</strong> mi pecho. Le ro<strong>de</strong>é la cintura con los brazos y le abracé durante<br />

unos instantes <strong>de</strong>masiado breves al tiempo que hundía en su pecho mi rostro bañado<br />

<strong>de</strong> lágrimas. Puso su manaza en la parte posterior <strong>de</strong> mi cabeza, como si eso fuera a<br />

retenerme allí.<br />

—Adiós, Jake —le aparté la mano <strong>de</strong> mi p<strong>el</strong>o y le besé <strong>el</strong> dorso. No fui capaz <strong>de</strong><br />

soportar mirarle a la cara—. Perdona.<br />

Después, me di la vu<strong>el</strong>ta y eché a correr hacia <strong>el</strong> coche. La puerta d<strong>el</strong> asiento <strong>de</strong><br />

- 250 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!