Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
hacer fotos. Tomé una <strong>de</strong> mi coche y otra <strong>de</strong> la fachada <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Charlie. Me<br />
volví y saqué unas cuantas d<strong>el</strong> bosque que había al lado. Con lo siniestro que se me<br />
había antojado antes, qué encantador me parecía ahora. Me di cuenta <strong>de</strong> que echaría<br />
<strong>de</strong> menos <strong>el</strong> verdor, la sensación <strong>de</strong> que <strong>el</strong> tiempo no pasaba, <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> los<br />
bosques... Todo.<br />
Puse la cámara en la mochila d<strong>el</strong> colegio antes <strong>de</strong> irme. Intenté concentrarme en<br />
mi nuevo proyecto más que en <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que <strong>Edward</strong> aparentemente no había<br />
querido arreglar las cosas aqu<strong>el</strong>la noche.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> miedo, empezaba a sentir impaciencia. ¿Cuánto iba a durar aqu<strong>el</strong>lo?<br />
Continuó así toda la mañana. Caminó silenciosamente a mi lado, sin que<br />
pareciera mirarme en ningún momento. Intenté concentrarme en las clases, pero ni<br />
siquiera la <strong>de</strong> Lengua logró captar mi atención. El señor Berty tuvo que repetirme<br />
una pregunta sobre la señora Capuleto al menos dos veces antes <strong>de</strong> que me diera<br />
cuenta <strong>de</strong> que se estaba dirigiendo a mí. <strong>Edward</strong> me susurró la respuesta correcta<br />
entre dientes y <strong>de</strong>spués volvió a ignorarme.<br />
A la hora d<strong>el</strong> almuerzo, <strong>el</strong> silencio persistía. Estaba a punto <strong>de</strong> ponerme a<br />
chillar por lo que —para distraerme— me incliné sobre la línea invisible que<br />
separaba las dos zonas <strong>de</strong> la mesa y me dirigí a Jessica.<br />
—Eh... ¿Jess?<br />
—¿Qué hay, B<strong>el</strong>la?<br />
—¿Podrías hacerme un favor? —le pedí mientras rebuscaba en mi bolso—. Mi<br />
madre quiere tener algunas fotografías <strong>de</strong> mis amigos para ponerlas en <strong>el</strong> álbum.<br />
¿No te importa hacernos algunas a todos?<br />
Le tendí la cámara.<br />
—De acuerdo —aceptó <strong>el</strong>la con una sonrisa.<br />
Se volvió <strong>de</strong> repente para sorpren<strong>de</strong>r a Mike con la boca llena y hacerle una<br />
foto.<br />
A continuación se <strong>de</strong>sató una más que previsible guerra <strong>de</strong> fotografías. Observé<br />
cómo la cámara iba <strong>de</strong> un lado para otro. Al pasarla, reían, tonteaban y se quejaban<br />
<strong>de</strong> lo mal que habían salido. Parecía extrañamente infantil, o tal vez fuera que ese día<br />
no estaba en un estado <strong>de</strong> ánimo apropiado para <strong>el</strong> trato humano.<br />
—Oh, oh —dijo Jessica en tono <strong>de</strong> disculpa al <strong>de</strong>volverme la cámara—. Me<br />
parece que te hemos gastado <strong>el</strong> carrete.<br />
—Estupendo. Creo que ya tengo fotos <strong>de</strong> todo lo que me apetecía.<br />
Después <strong>de</strong> las clases, <strong>Edward</strong> me acompañó al aparcamiento d<strong>el</strong> instituto en<br />
silencio. Tenía que irme a trabajar <strong>de</strong> nuevo y, por una vez, estaba contenta por <strong>el</strong>lo.<br />
Pasar tiempo juntos no ayudaba en nada a arreglar las cosas. Quizá si estuviéramos<br />
más tiempo solos fuera mejor.<br />
Dejé <strong>el</strong> carrete <strong>de</strong> fotos en Thriftway <strong>de</strong> camino al local <strong>de</strong> los Newton y recogí<br />
las fotos rev<strong>el</strong>adas a la salida d<strong>el</strong> trabajo. En casa, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> saludar con un escueto<br />
«hola» a Charlie, tomé una barrita <strong>de</strong> cereales <strong>de</strong> la cocina y corrí a mi habitación con<br />
<strong>el</strong> sobre <strong>de</strong> las fotos bien apretado <strong>de</strong>bajo d<strong>el</strong> brazo.<br />
Me senté en mitad <strong>de</strong> la cama y lo abrí con curiosidad y cierta renuencia. Era<br />
- 42 -