Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Aro alzó la mano d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> <strong>Edward</strong>.<br />
Cayo, que había empezado a poner cara <strong>de</strong> pocos amigos, se r<strong>el</strong>ajó.<br />
<strong>Edward</strong> frunció los labios con rabia hasta convertirlos en una línea. Me miró<br />
fijamente a los ojos y yo a él.<br />
—Hazlo —susurré—, por favor.<br />
¿Era en verdad una i<strong>de</strong>a tan <strong>de</strong>testable? ¿Prefería él morir antes que<br />
transformarme? Me sentí como si me hubieran propinado una patada en <strong>el</strong><br />
estómago.<br />
<strong>Edward</strong> me miró con expresión torturada.<br />
Entonces, Alice se alejó <strong>de</strong> nuestro lado y se dirigió hacia Aro. Nos volvimos a<br />
mirarla. Ella había levantado la mano igual que <strong>el</strong> vampiro.<br />
Alice no dijo nada y Aro <strong>de</strong>spachó a su guardia cuando acudieron a impedir<br />
que se acercara. Aro se reunió con <strong>el</strong>la a mitad <strong>de</strong> camino y le tomó la mano con un<br />
<strong>de</strong>st<strong>el</strong>lo ávido y codicioso en los ojos.<br />
Inclinó la cabeza hacia las manos <strong>de</strong> ambos, que se tocaban, y cerró los ojos<br />
mientras se concentraba. Alice permaneció inmóvil y con <strong>el</strong> rostro inexpresivo. Oí<br />
cómo <strong>Edward</strong> chasqueaba los dientes.<br />
Nadie se movió. Aro parecía haberse quedado allí clavado encima <strong>de</strong> la mano<br />
<strong>de</strong> Alice. Me fui poniendo más y más tensa conforme pasaban los segundos,<br />
preguntándome cuánto tiempo iba a pasar antes <strong>de</strong> que fuera <strong>de</strong>masiado tiempo, antes<br />
<strong>de</strong> que significara que algo iba mal, peor todavía <strong>de</strong> lo que ya iba.<br />
Transcurrió otro momento agónico y entonces la voz <strong>de</strong> Aro rompió <strong>el</strong> silencio.<br />
—Ja, ja, ja —rió, aún con la cabeza vencida hacia d<strong>el</strong>ante. Lentamente alzó los<br />
ojos, que r<strong>el</strong>ucían <strong>de</strong> entusiasmo—. ¡Eso ha sido fascinante!<br />
—Me alegra que lo hayas disfrutado.<br />
—Ver las mismas cosas que tú ves, ¡sobre todo las que aún no han sucedido! —<br />
sacudió la cabeza, maravillado.<br />
—Pero eso está por suce<strong>de</strong>r —le recordó Alice con voz tranquila.<br />
—Sí, sí, está bastante <strong>de</strong>finido. No hay problema, por supuesto.<br />
Cayo parecía amargamente <strong>de</strong>sencantado, un sentimiento que al parecer<br />
compartía con F<strong>el</strong>ix y Jane.<br />
—Aro —se quejó Cayo.<br />
—¡Tranquilízate, querido Cayo! —Aro sonreía—. ¡Piensa en las posibilida<strong>de</strong>s!<br />
Ellos no se van a unir a nosotros hoy, pero siempre existe la esperanza <strong>de</strong> que ocurra<br />
en <strong>el</strong> futuro. Imagina la dicha que aportaría sólo la joven Alice a nuestra pequeña<br />
comunidad... A<strong>de</strong>más, siento una terrible curiosidad por ver ¡cómo entra en acción<br />
B<strong>el</strong>la!<br />
Aro parecía convencido. ¿Acaso no comprendía lo subjetivas que eran las<br />
visiones <strong>de</strong> Alice, que lo que veía sobre mi transformación hoy podía cambiar<br />
mañana? Un millón <strong>de</strong> ínfimas <strong>de</strong>cisiones, las <strong>de</strong> Alice y otros muchos —también las<br />
<strong>de</strong> <strong>Edward</strong>— podían cambiar su camino y, con eso, <strong>el</strong> futuro.<br />
¿Importaba que <strong>el</strong>la estuviera realmente dispuesta? ¿Supondría alguna<br />
diferencia que yo me convirtiera en vampiro si la i<strong>de</strong>a resultaba tan repulsiva a<br />
- 285 -