Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
acolchada <strong>de</strong> algún psiquiátrico si le contaba la verdad. Lo soportaría —<strong>de</strong> buena<br />
gana incluso— si le mantenía a él a salvo, pero Victoria seguiría yendo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí,<br />
y <strong>el</strong> primer lugar en <strong>el</strong> que me buscaría sería aqu<strong>el</strong>la casa. Tal vez se conformaría si<br />
me encontraba en <strong>el</strong>la. Tal vez se limitaría a marcharse cuando hubiera terminado<br />
conmigo.<br />
Por eso, no podía huir. Y aunque pudiera, ¿adón<strong>de</strong> iba a ir? ¿Con Renée? La<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> conducir a mis letales sombras al mundo tranquilo y soleado <strong>de</strong> mi madre<br />
me hizo estremecerme. Nunca la pondría en p<strong>el</strong>igro <strong>de</strong> ese modo.<br />
La preocupación fue horadando un agujero en mi estómago. No iba a tardar en<br />
sentir las correspondientes punzadas.<br />
Charlie me hizo otro favor esa noche y volvió a t<strong>el</strong>efonear a Harry para<br />
enterarse <strong>de</strong> si los Black se habían marchado <strong>de</strong> la ciudad. Harry le informó <strong>de</strong> que<br />
Billy había asistido a la reunión d<strong>el</strong> consejo d<strong>el</strong> miércoles por la noche sin hacer<br />
mención alguna <strong>de</strong> que fuera ausentarse. Charlie me avisó <strong>de</strong> que no me pusiera<br />
pesada. Jacob llamaría cuando se pudiera <strong>de</strong>splazar.<br />
De pronto, <strong>el</strong> viernes por la tar<strong>de</strong>, cuando menos lo esperaba, lo comprendí<br />
todo mientras volvía a casa en coche.<br />
Conducía sin prestar atención a la conocida carretera y <strong>de</strong>jaba que <strong>el</strong> sonido d<strong>el</strong><br />
motor dificultara la reflexión y amortiguara las preocupaciones cuando mi<br />
subconsciente emitió un veredicto en <strong>el</strong> que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> haber trabajado sin darme<br />
entera cuenta.<br />
En cuanto lo pensé, me sentí realmente tonta por no haberme dado cuenta<br />
antes. Claro, había tenido muchas cosas en la cabeza —vampiros obsesionados con la<br />
venganza, gigantescos lobos mutantes y un irregular agujero en <strong>el</strong> centro d<strong>el</strong> pecho—<br />
, pero resultaba vergonzosamente obvio una vez que expuse las evi<strong>de</strong>ncias.<br />
Jacob me evitaba. Charlie <strong>de</strong>cía que parecía extraño, disgustado. Las respuestas<br />
<strong>de</strong> Billy eran vagas y servían <strong>de</strong> poca ayuda.<br />
Se trataba <strong>de</strong> Sam Uley. Habían intentado <strong>de</strong>círm<strong>el</strong>o hasta mis pesadillas. Sam<br />
se había hecho con <strong>el</strong> control <strong>de</strong> Jacob. Fuera lo que fuera lo que les hubiera sucedido<br />
a los <strong>de</strong>más chicos <strong>de</strong> la reserva, le había alcanzado también a él, arrebatándome a mi<br />
amigo. La secta <strong>de</strong> Sam le había abducido.<br />
Comprendí en medio <strong>de</strong> un torb<strong>el</strong>lino <strong>de</strong> sentimientos que él no había<br />
renunciado a mí en absoluto.<br />
Conduje al ralentí hasta llegar frente a mi casa. ¿Qué <strong>de</strong>bía hacer? Analicé cada<br />
uno <strong>de</strong> los p<strong>el</strong>igros.<br />
Si iba en busca <strong>de</strong> Jacob, me arriesgaba a que Victoria o Laurent le encontraran<br />
en mi compañía.<br />
Si no lo hacía, Sam lo liaría más y más en su espantosa banda <strong>de</strong> obligada<br />
adscripción. Tal vez fuera <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> si no actuaba pronto.<br />
Había transcurrido una semana sin que los vampiros hubieran venido todavía<br />
en mi busca. Una semana era tiempo más que <strong>de</strong> sobra para que hubieran vu<strong>el</strong>to, por<br />
lo que yo no <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser una <strong>de</strong> sus priorida<strong>de</strong>s. Lo más probable, tal y como había<br />
<strong>de</strong>cidido antes, es que vinieran a cazarme <strong>de</strong> noche. Los riesgos <strong>de</strong> que me siguieran<br />
- 151 -