08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

manos <strong>de</strong> hombres lobo, esas criaturas inmaduras y volubles, lo peor que ronda por<br />

ahí fuera aparte <strong>de</strong> Victoria... —se estremeció y <strong>el</strong> torrente <strong>de</strong> palabras se <strong>de</strong>tuvo por<br />

un momento—. Por favor, créeme cuando te digo que no tenía ni i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> todo esto.<br />

Se me revu<strong>el</strong>ven las tripas hasta lo más profundo, incluso ahora, cuando puedo verte<br />

segura en mis brazos. No tengo ni la más remota disculpa en...<br />

—Para, para —le interrumpí.<br />

Me miró con ojos llenos <strong>de</strong> sufrimiento y yo procuré <strong>el</strong>egir las palabras<br />

a<strong>de</strong>cuadas, aqu<strong>el</strong>las que le liberaran <strong>de</strong> la obligación que se había creado y que le<br />

estaba causando tanto dolor. Eran palabras muy difíciles <strong>de</strong> pronunciar. No sabía si<br />

sería capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlas sin romperme en pedazos, pero yo quería hacerlo bien. No<br />

<strong>de</strong>seaba convertirme en una fuente <strong>de</strong> culpa y angustia en su vida. El tenía que ser<br />

f<strong>el</strong>iz, y no me importaba qué precio hubiera <strong>de</strong> pagar yo.<br />

En realidad, había albergado la esperanza <strong>de</strong> no verme en la obligación <strong>de</strong> sacar<br />

a colación esto en nuestra última conversación. Sólo iba a conseguir que todo<br />

terminara mucho antes.<br />

Recurriendo a todos los meses <strong>de</strong> práctica que había pasado intentando<br />

comportarme <strong>de</strong> un modo normal con Charlie, mantuve mi rostro tranquilo.<br />

—<strong>Edward</strong> —comencé. Su nombre me quemó la garganta un poco mientras lo<br />

pronunciaba. Podía sentir aún <strong>el</strong> espectro <strong>de</strong> mi agujero en <strong>el</strong> pecho, a la espera <strong>de</strong><br />

reabrirse en toda su extensión en cuanto él se marchara. No tenía nada claro cómo<br />

iba a conseguir sobrevivir esta vez—, esto tiene que terminar ya. No pue<strong>de</strong>s ver las<br />

cosas <strong>de</strong> esa manera. No pue<strong>de</strong>s permitir que esa... culpa... gobierne tu vida. No<br />

tienes por qué asumir la responsabilidad <strong>de</strong> las cosas que me han ocurrido aquí.<br />

Nada <strong>de</strong> esto ha sucedido por tu causa, sólo es parte <strong>de</strong> las cosas que me su<strong>el</strong>en pasar<br />

a mí en la vida. Así que si tropiezo d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> un autobús o lo que sea que me ocurra<br />

la próxima vez, has <strong>de</strong> ser consciente <strong>de</strong> que no es cosa tuya asumir la culpa. No<br />

tienes por qué salir corriendo hacia Italia porque te sientas mal por no haberme<br />

salvado. Incluso si yo hubiera saltado <strong>de</strong> ese acantilado para matarme, ésa habría<br />

sido mi <strong>el</strong>ección y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no tu responsabilidad. Sé que está en tu... naturaleza<br />

<strong>el</strong> cargar con las culpas <strong>de</strong> todo, pero <strong>de</strong> verdad... ¡no tienes por qué llevarlo hasta<br />

ese extremo! Es <strong>de</strong> lo más irresponsable por tu parte no haber pensado en Carlisle,<br />

Esme y...<br />

Estaba a punto <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rlo. Hice una pausa para respirar profundamente con la<br />

esperanza <strong>de</strong> que eso me calmara. Tenía que liberarle. Debía asegurarme <strong>de</strong> que esto<br />

no volviera a ocurrir otra vez.<br />

—Isab<strong>el</strong>la Marie Swan —susurró él, mientras le cruzaba por <strong>el</strong> rostro la más<br />

extraña <strong>de</strong> las expresiones. Parecía haberse vu<strong>el</strong>to loco—, pero ¿tú te crees que le<br />

pedí a los Vulturis que me mataran porque me sentía culpable?<br />

Sentí cómo afloraba a mi rostro la más absoluta incomprensión.<br />

—¿Ah, no?<br />

—Me sentía culpable, <strong>de</strong> una forma muy intensa. Más <strong>de</strong> lo que tú podrías<br />

llegar a compren<strong>de</strong>r.<br />

—Entonces, ¿qué estás diciendo? No te entiendo.<br />

- 302 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!