08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Le miré perpleja y atónita.<br />

Jacob había cambiado radicalmente en las últimas semanas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la última vez<br />

que le vi. Lo primero <strong>de</strong> lo que me di cuenta fue <strong>de</strong> que se había rapado su hermosa<br />

cab<strong>el</strong>lera; había apurado mucho <strong>el</strong> corte, y ahora le cubría la cabeza una fina y<br />

lustrosa capa <strong>de</strong> p<strong>el</strong>o que parecía satén negro. Las facciones d<strong>el</strong> rostro le habían<br />

cambiado <strong>de</strong> pronto, se mostraban duras y tensas, las <strong>de</strong> alguien <strong>de</strong> más edad. El<br />

cu<strong>el</strong>lo y los hombros también eran diferentes, en cierto modo, más gruesos. Las<br />

manos con las que aferraba <strong>el</strong> marco <strong>de</strong> la ventana parecían enormes, con los<br />

tendones y las venas marcados <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la pi<strong>el</strong> cobriza. Pero los cambios físicos eran<br />

insignificantes...<br />

... era su expresión la que le convertía en alguien casi irreconocible. La sonrisa<br />

franca y amistosa había <strong>de</strong>saparecido, como la cab<strong>el</strong>lera, y la cali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus ojos<br />

oscuros había mudado en un rencor perturbador. Ahora existía una oscuridad en<br />

Jacob. Había hecho implosión, como mi sol.<br />

—¿Jacob? —susurré.<br />

Se limitó a mirarme. Los ojos reflejaban tensión y enojo.<br />

Comprendí que no estábamos solos. Los otros cuatro d<strong>el</strong> grupo se hallaban<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él. Todos eran altos y <strong>de</strong> pi<strong>el</strong> cobriza, <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o rapado casi al cero, como <strong>el</strong> <strong>de</strong><br />

Jacob. Podían haber pasado por hermanos, apenas lograba distinguir a Embry <strong>de</strong><br />

entre <strong>el</strong>los. La sorpren<strong>de</strong>nte hostilidad <strong>de</strong> todos los ojos acentuaba aún más <strong>el</strong><br />

parecido.<br />

Todos, salvo los <strong>de</strong> Sam, los d<strong>el</strong> mayor, que les sacaba varios años. Él<br />

permanecía al fondo con <strong>el</strong> rostro sereno y seguro. Tuve que tragarme <strong>el</strong> mal genio<br />

que me estaba entrando, ya que me apetecía propinarle un buen porrazo. No, quería<br />

hacer más que eso. Deseé ser temible y letal más que cualquier otra cosa en <strong>el</strong><br />

mundo, alguien a quien nadie se atreviera a importunar. Alguien capaz <strong>de</strong> ahuyentar<br />

a Sam Uley.<br />

Quise ser vampiro.<br />

El <strong>de</strong>seo virulento me pilló <strong>de</strong>sprevenida y me <strong>de</strong>jó sin aliento. Era <strong>el</strong> más<br />

prohibido <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos —incluso aunque se <strong>de</strong>biera a una razón maligna como<br />

aquélla, gozar <strong>de</strong> ventaja sobre <strong>el</strong> enemigo— por ser <strong>el</strong> más doloroso. Había perdido<br />

ese futuro para siempre; en realidad, nunca lo había tenido en mis manos. Me erguí<br />

para recuperar <strong>el</strong> control <strong>de</strong> mí misma mientras sentía un vacío doloroso en <strong>el</strong> pecho.<br />

—¿Qué quieres? —inquirió Jacob. El resentimiento <strong>de</strong> sus facciones aumentó<br />

cuando presenció <strong>el</strong> <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> emociones en mi rostro.<br />

—Hablar contigo —contesté con un hilo <strong>de</strong> voz. Intenté concentrarme, pero<br />

todo me seguía dando vu<strong>el</strong>tas mientras me reb<strong>el</strong>aba contra la pérdida <strong>de</strong> mi sueño<br />

tabú.<br />

—Ad<strong>el</strong>ante —masculló entre dientes. Su mirada era <strong>de</strong>spiadada. Nunca le<br />

había visto mirar a alguien así, y menos a mí. Dolía con una sorpren<strong>de</strong>nte intensidad,<br />

producía un sufrimiento físico que me traspasaba la mente.<br />

—¡A solas! —siseé con voz más fuerte.<br />

Volvió la vista atrás y supe adón<strong>de</strong> se dirigían sus ojos. Todos se volvieron a<br />

- 156 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!