08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

apartar <strong>de</strong> mi mente la imagen <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>los hombres recostados contra la pared y<br />

usar <strong>el</strong> aturdimiento —sin <strong>el</strong> cual era incapaz <strong>de</strong> funcionar— para protegerme. ¿Por<br />

qué estaba dando un paso hacia la calle, como al<strong>el</strong>ada?<br />

Sin embargo, parecía una coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>masiado evi<strong>de</strong>nte que estuviera en<br />

una calle oscura <strong>de</strong> Port Ang<strong>el</strong>es con Jessica. Fijé la mirada en <strong>el</strong> tipo bajo y comparé<br />

sus facciones con las <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong> que me había amenazado aqu<strong>el</strong>la noche, hacía casi un<br />

año. Me pregunté si había alguna manera <strong>de</strong> que pudiera reconocerle, <strong>de</strong> saber si era<br />

él. Tenía un recuerdo muy vago precisamente <strong>de</strong> esa parte <strong>de</strong> la noche en particular.<br />

Mi cuerpo lo recordaba mejor que mi mente; las mismas piernas en tensión mientras<br />

intentaba <strong>de</strong>cidir si correr o permanecer quieta, la misma sequedad en la garganta<br />

mientras luchaba por producir un grito lo suficientemente fuerte, la tirantez <strong>de</strong> mis<br />

nudillos mientras cerraba las manos en un puño, los escalofríos que me bajaban por<br />

la nuca mientras aqu<strong>el</strong> hombre <strong>de</strong> p<strong>el</strong>o negro me llamaba «nena»...<br />

Había una especie <strong>de</strong> amenaza implícita e in<strong>de</strong>finida en esos tipos, que no<br />

guardaba r<strong>el</strong>ación alguna con aqu<strong>el</strong>la otra noche. Tenía más que ver con <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong><br />

que eran <strong>de</strong>sconocidos, la zona estaba a oscuras y nos superaban en número, aunque<br />

sólo en eso. Pero bastó para que la voz <strong>de</strong> Jessica sonara llena <strong>de</strong> pánico cuando me<br />

llamó.<br />

—¡B<strong>el</strong>la, vu<strong>el</strong>ve aquí!<br />

La ignoré y eché a andar hacia d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong>spacio, sin haber tomado la <strong>de</strong>cisión<br />

consciente <strong>de</strong> mover los pies. No entendía por qué, pero la nebulosa amenaza que<br />

suponían esos hombres me empujaba hacia <strong>el</strong>los. Era un impulso sin sentido, mas yo<br />

no había sentido ningún tipo <strong>de</strong> impulso durante mucho tiempo... así que lo seguí.<br />

Algo poco familiar estalló en mis venas. La adrenalina, ausente tanto tiempo <strong>de</strong><br />

mi cuerpo, ac<strong>el</strong>eró mi pulso con rapi<strong>de</strong>z y me obligó a luchar contra la ausencia <strong>de</strong><br />

sensaciones. Era extraño, ¿a qué se <strong>de</strong>bía esa explosión <strong>de</strong> adrenalina si no tenía<br />

miedo? Aqu<strong>el</strong>lo parecía un eco <strong>de</strong> la última vez que me había encontrado en esa<br />

situación, en una calle oscura <strong>de</strong> Port Ang<strong>el</strong>es, ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> extraños.<br />

No veía ninguna razón para sentir miedo. No podía imaginar que quedara nada<br />

en <strong>el</strong> mundo que pudiera darme miedo, al menos, no físicamente. Esa era una <strong>de</strong> las<br />

ventajas <strong>de</strong> haberlo perdido todo.<br />

Ya estaba en la mitad <strong>de</strong> la calle cuando Jess me alcanzó y me agarró d<strong>el</strong> brazo.<br />

—¡B<strong>el</strong>la! ¡No pue<strong>de</strong>s entrar en un bar! —masculló.<br />

—No voy a entrar —dije como ausente, sacudiéndome su mano <strong>de</strong> encima—.<br />

Sólo quiero ver algo...<br />

—¿Estás loca? —susurró <strong>el</strong>la—. ¿Quieres suicidarte?<br />

Esa pregunta me llamó la atención, y mis ojos la enfocaron.<br />

—No, no quiero.<br />

Mi voz sonó a la <strong>de</strong>fensiva, pero era verdad. No quería suicidarme. No lo<br />

consi<strong>de</strong>ré ni siquiera al principio a pesar <strong>de</strong> que la muerte hubiese supuesto un alivio<br />

para mí, sin duda alguna. Le <strong>de</strong>bía mucho a Charlie. Sentía también mucha<br />

responsabilidad respecto a Renée, y tenía que pensar en <strong>el</strong>los.<br />

A<strong>de</strong>más, había hecho la promesa <strong>de</strong> no hacer nada que fuera estúpido o<br />

- 66 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!