08.05.2013 Views

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

Leer online el libro de luna nueva - Edward y Bella

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

visión, pero aun así, no sé por qué, me alegra haberme equivocado.<br />

<strong>Edward</strong> no le contestó.<br />

—Pero ¡vuestra abstinencia...! —Aro suspiró—. No sabía que era posible tener<br />

tanta fuerza <strong>de</strong> voluntad. Habituaros a resistir <strong>el</strong> canto <strong>de</strong> las sirenas, no una vez,<br />

sino una y otra, y otra más... No lo hubiera creído <strong>de</strong> no haberlo visto por mí mismo.<br />

<strong>Edward</strong> contempló la admiración <strong>de</strong> Aro con rostro inexpresivo. Conocía muy<br />

bien esa expresión —<strong>el</strong> tiempo no había cambiado eso—, lo bastante para saber que<br />

algo se estaba cociendo bajo esa apariencia <strong>de</strong> tranquilidad. Hice un esfuerzo para<br />

mantener constante la respiración.<br />

—Sólo <strong>de</strong> recordar cuánto te atrae <strong>el</strong>la... —Aro rió entre dientes—. Me pone<br />

sediento.<br />

<strong>Edward</strong> se tensó.<br />

—No te inquietes —le tranquilizó Aro—. No tengo intención <strong>de</strong> hacerle daño,<br />

pero siento una enorme curiosidad sobre una cosa en particular —me miró con vivo<br />

interés—. ¿Puedo? —preguntó con avi<strong>de</strong>z al tiempo que alzaba una mano.<br />

—Pregúntas<strong>el</strong>o a <strong>el</strong>la—sugirió <strong>Edward</strong> con voz monocor<strong>de</strong>.<br />

—¡Por supuesto, qué <strong>de</strong>scortesía por mi parte! —exclamó Aro y, ahora<br />

dirigiéndose directamente a mí, continuó—: B<strong>el</strong>la, me fascina que seas la única<br />

excepción al impresionante don <strong>de</strong> <strong>Edward</strong>... Una cosa así me resulta <strong>de</strong> lo más<br />

interesante y, dado que nuestros talentos son tan similares en muchas cosas, me<br />

preguntaba si serías tan amable <strong>de</strong> permitirme hacer un intento para verificar si<br />

también eres una excepción para mí.<br />

Alcé la vista para mirar a <strong>Edward</strong>, aterrorizada. Era consciente <strong>de</strong> no tener<br />

alternativa alguna a pesar <strong>de</strong> la amabilidad <strong>de</strong> Aro y me aterraba la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar que<br />

me tocara, pero aun así, contra toda lógica, sentía una gran curiosidad por tener la<br />

ocasión <strong>de</strong> tocar su extraña pi<strong>el</strong>.<br />

<strong>Edward</strong> asintió para infundirme ánimo. No sabía si era porque él estaba<br />

convencido <strong>de</strong> que Aro no me iba a hacer daño o porque no quedaba otro remedio.<br />

Me volví hacia Aro y extendí la mano lentamente. Estaba temblando.<br />

Se <strong>de</strong>slizó para acercarse más. Me pareció que su expresión quería<br />

tranquilizarme, pero sus facciones apergaminadas eran <strong>de</strong>masiado extrañas,<br />

diferentes y amedrentadoras como para que me sosegara. Su rostro <strong>de</strong>mostraba<br />

mayor confianza en sí mismo que sus palabras.<br />

Aro alargó <strong>el</strong> brazo como si fuera a estrecharme la mano y rozó su pi<strong>el</strong> <strong>de</strong><br />

aspecto frágil con la mía. Era dura, la encontré áspera al tacto —se parecía más a la<br />

tiza que al granito— e incluso más fría <strong>de</strong> lo esperado.<br />

Sus ojos membranosos me observaron con alegría y me resultó imposible<br />

<strong>de</strong>sviar la mirada. Me cautivaron <strong>de</strong> un modo extraño y poco grato.<br />

El rostro <strong>de</strong> Aro se alteró conforme me miraba. La seguridad se resquebrajó<br />

para convertirse primero en duda y luego en incredulidad antes <strong>de</strong> calmarse <strong>de</strong>bajo<br />

<strong>de</strong> una máscara amistosa.<br />

—Pues sí, muy interesante —dijo mientras me soltaba la mano y retrocedía.<br />

Contemplé a <strong>Edward</strong>, y aunque su rostro era sereno, me pareció ver una chispa<br />

- 281 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!