Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

que había muerto. Colgó los cachos de la política y se dedicó a
deshacerse, en la vejez y el olvido, en las arenas de playas ajenas,
hasta el día en que prometió entregar una carta a un destinatario
desconocido.
Fue exiliado junto a unos compañeros que habían colocado, en
un almuerzo del Presidente, unos manteles con los colores de la
oposición. Se alojó en la misma casa que su padre,Apolinar Luján,
había habitado cuando fuera desterrado a tierras invasoras en los
albores del siglo anterior dándose, además, el lujo de ser la fuente
de inspiración para un trovador.
“Estoy hecho mierda”, había dicho en voz alta Apolinar Luján
mirando el horizonte del mar, recogiendo las migajas de la
derrota. El poeta, escuchando el lamento, lo amasó con el arte
de la literatura, le puso algunas vivencias suyas y lo transformó
de larva en mariposa: Puedo escribir los versos más tristes esta
noche… Su padre no obtuvo réditos del éxito mundial del poema
y Emiliano Luján jamás se enteraría de aquel suceso.
Volvió a La Paz con un día de retraso por la reciente capitalización
de la línea aérea nacional, y además porque los obreros habían
decretado paro nacional por la muerte de Carlos Palenque, un
charanguista, músico–político y casi elegido presidente, muerto
por una explosión de bilis debido a una discusión marital. El tiempo
y el olvido se ocuparían de cincelar su lápida y dejarla perderse
en la eternidad.
A su llegada, Emiliano Luján tropezó con la mala suerte de
no poder salir del aeropuerto: había un paro movilizado de los
funcionarios administrativos que habían tomado las instalaciones
con amenazas de inmolaciones y la quemazón iracunda de muñecos
por orden de importancia en sus actos de corrupción: Presidente,
familia del Presidente, esposa del Presidente, familia de la esposa
del Presidente, amigos del Presidente, familia de los amigos del
Presidente, mascotas del Presidente, familia de las mascotas del
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