13.05.2013 Views

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

artículos venían acompañados de acuarelas.<br />

Ni qué hacer, pensaba yo mientras hojeaba el diario rival: quizás<br />

fuese hora de aceptar imitaciones. Y como todo es cuestión de<br />

comenzar, fui adquiriendo un número de cada publicación que<br />

encontraba al paso. Me empaché de titulares acaramelados,<br />

mensajes de paz y finales esperanzadores... latosamente<br />

inverosímiles. Puras patrañas inmorales que me provocaban,<br />

cuando no bronca, accesos de risa. ¡Ni si<strong>quiera</strong> mentían bien!<br />

Volví sobre La Nítida Nota —entre tantos males, el menor— y<br />

recién en una segunda lectura di con el aviso, ese que con aire<br />

ingenuo aguardaba por mí. El acto se realizaría el viernes en la<br />

Casa del Arquitecto, con discursos y vino de rigor. De golpe<br />

comprendí las terribles consecuencias de aquel anuncio y no pude<br />

menos que admirar la estratagema que los de La Nítida Nota habían<br />

tejido contra mí. Mi primer impulso fue romper el periódico, pero<br />

me contuve. En cambio, me dirigí despacio hacia la oficina. Me<br />

senté frente al computador largo rato, sin atinar a nada. Después<br />

comencé a escribir.<br />

Ya van diez páginas… ya van veinticinco. Cuando me leo, sin<br />

embargo, me doy cuenta de que en verdad no digo nada. Ni<br />

los artificios de la prosa, ni una analogía decantada en cuatro<br />

versos, ni dos metáforas entrelazadas en un oxímoron re<strong>su</strong>ltan<br />

<strong>su</strong>ficientes. Ningún tecnicismo me salva ahora de esta huera<br />

identidad que me condena. Se me hace imposible escapar de esta<br />

incapacidad —tantas veces presentida— de proyectarme más allá<br />

del periódico.<br />

Dejo pasar dos días y sesenta páginas de nada, como en un <strong>su</strong>eño.<br />

Pascual ha venido a sentarse a mi lado y me regala, silencioso,<br />

<strong>su</strong> compañía. No tengo necesidad de explicarle. Me comprende<br />

tanto como a sí mismo. Indudablemente leyó también la tramposa<br />

noticia de que voy a presentar una obra literaria el próximo viernes.<br />

Seguramente adivina mi aflicción y a juzgar por <strong>su</strong>s ojos —más<br />

31

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!