Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

todo, me has abandonado y lo has hecho muy bien. Dices que quieres
darme un poco de respiración, que quieres pensar en lo que vas a
hacer de tu vida, te has puesto tan distante y yo te he endiosado, te he
alabado, te he adorado. Mi reina te he dicho, mi reina, te he suplicado,
y vos qué me has contestado: “Mi reino no es de este mundo”, me
has dicho riéndote tu risotada, con todos tus dientes blancos y con
toda tu rabia. Tenías razón, éste no es tu reino, vidita. Y yo me he
caído y he pisado todos los lodos de esta ciudad. He visto bien fea
la Pérez con todos sus choros, la Tumusla está de no aguantar con
sus mañaneras, pero peor es con la ropa usada en todo el centro, la
Periférica está sin luz y el aire hiede en La Paz; los asfaltos están
colocaditos por encima, y no se dan cuenta que los ríos interiores a
veces se reniegan; pese a todo, nos han puesto también florcitas para
que nos alegremos. Quizás un poquito más de soportar es la Zona
Sur, pero allí nunca perteneceremos ni tú ni yo porque los fufurufus
te mezquinan hasta sus mocos; no saben quién deambula sus aceras,
no te miran, te ignoran, no eres nadie allá abajo.
He ido por todos los locales para olvidarte. La música va a hacerme
olvidar de ti, me he dicho. Peor me ha condenado. He ido por el
Camel, el Espagueti, la Cilindra, el Faraón, el Ojo de agua, el
Paladium, Love City, Acuarelas, Loro 2, Hotel Europa, Sucre,
Sin fronteras, el Taypi, ¡Ay, qué no he pisado por ti! Qué no he
cantado por ti. Qué no he sido por ti, Blanquita. Con los Brothers
he estado hasta el amanecer: “eres una estrella que está muy alta,
qué le voy a hacer, si muy dentro de mí, el corazón, el corazón
es el que manda.” Y a lo que han dicho los Broncos yo le he
aumentado: “En mi cerveza hay lágrimas, sal y limón, y hay un
tonto que abrazado a una botella, le pide a Dios para que vuelva
ella y resulta que ese tonto soy yo”. Ese cojudo soy yo. Ése con
nombre y apellido, Joaquino Guarda. Pero después de todo lo que
he atravesado por la música, me quedo con la morenada, porque
ahí soy, aquí estoy, dando vueltas mi matraca: “No sé qué pasó con
nuestro querer, un cielo de amor que se te olvidó, sé feliz con otro
porque conmigo ya no hay remedio, mañana, pasado encontrarás
otro amor eterno”.
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