13.05.2013 Views

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

Para Blanca Coaquira (Donde quiera esté su reino) - Tres Tribus Cine

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

me da flojera.<br />

Era la oportunidad. Ambos estábamos hartos de patrañas,<br />

hambrientos de verdad y, por qué no decirlo, también de diversión.<br />

Sin más, lo invité a formar parte del semanario que empezaría a<br />

dirigir: Trueno Peinado. A Pascual le entusiasmó el nombre —una<br />

ocurrencia borgiana— y pronto tuvimos todo para comenzar.<br />

En el primer número, salvo cinco notas de colaboradores,<br />

dividimos el pastel entre los dos. Publicamos exactamente lo<br />

que se nos vino en gana. Nos habíamos contenido durante tanto<br />

tiempo… demasiadas cosas.<br />

El número primero de Trueno Peinado hizo honor a una parte de <strong>su</strong><br />

nombre y cayó como un rayo que más bien despeinó la impunidad<br />

de los truhanes que no daban crédito a lo que leían y se comían<br />

los sesos tratando de adivinar de dónde habíamos obtenido los<br />

detalles escabrosos y ciertos que hicimos de dominio público.<br />

<strong>Tres</strong> de los cuatro burócratas que asesoraba, me despidieron. <strong>Para</strong><br />

mí eso equivalía a un triunfo. No los necesitaba. <strong>Para</strong> aliados me<br />

bastaba con Magda, a la que seguía frecuentando aún después de<br />

casarse con el dueño de un banco, y con Emiliano, el ex director<br />

de opinión que actualmente lideraba los partidos de oposición.<br />

El resto, aunque hirviera de rabia, no podía hacer nada. Nuestras<br />

publicaciones se ceñían a la verdad y arremeter en contra mía era<br />

imposible. Estaba limpio. Es más, salvo Pascual, nadie poseía<br />

información de mi pasado y presente. Por el contrario, era yo quien<br />

atesoraba datos del quehacer licencioso de más de una veintena<br />

de cabezas de la sociedad. Teníamos material para rato y, a fuego<br />

lento, los chícharos cuecen mejor.<br />

Compartiendo con Pascual, aprendí el significado de la amistad.<br />

Hablábamos mucho y me confesó cuánto <strong>su</strong>fría por <strong>su</strong> timidez.<br />

Mi escape —me explicaba— es imaginar y jugar a ser otro.<br />

Supe también que las piernas y el aplomo de Magda lo habían<br />

cautivado como a mí, aunque nunca se había animado a confesarlo.<br />

23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!