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Tomo 10 Isaías - ICE del Centro La Rioja 3029

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lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad (v. 4). Sin embargo, puesto que esto no<br />

es en sí un reino en el cielo, no faltarán los hombres viles y canallas. Hay que ser realistas como<br />

lo eran los profetas. Pero éstos no serán confundidos en la sociedad con los nobles y los<br />

generosos.<br />

Semillero homilético<br />

¿Quién morará con el fuego consumidor?<br />

33:15–16<br />

Introducción: <strong>La</strong> figura <strong>del</strong> fuego consumidor representa el juicio divino<br />

sobre las naciones y las personas. Isaías hace la pregunta y después da la<br />

respuesta. <strong>La</strong> respuesta contiene elementos morales que son importantes para<br />

la vida.<br />

Caminar en justicia<br />

Hablar la verdad.<br />

III. Aborrecer el lucro.<br />

IV. Rechazar el soborno.<br />

No escuchar hechos de sangre.<br />

VI. No mirar la iniquidad.<br />

Conclusión: Hoy en día hay necesidad de las mismas cualidades morales en<br />

los asuntos de la nación tanto como en la esfera personal.<br />

<strong>10</strong>. Ruina y restauración <strong>del</strong> pueblo, 32:9-33:1<br />

Esta sección empieza enfocando uno de los aspectos sintomáticos de la ruina <strong>del</strong> pueblo: el<br />

papel de la mujer en la aristocracia y en la clase dirigente <strong>del</strong> país (vv. 9–13; comp. 3:16–4:1); su<br />

extrema confianza en una providencia que les parece automática y bien merecida, y su indolencia<br />

ante los problemas de la nación, como si ellas no constituyeran el 50 por ciento de la humanidad<br />

o no tuvieran una influencia definitiva en los que dirigen los destinos de la nación. Ellas<br />

comparten la culpa que hará que la tierra sea abandonada a los cardos y espinos, incluso los<br />

palacios donde había tanto regocijo (vv. 13 y 14).<br />

Este estado de juicio de desolación contra la tierra, por culpa de sus habitantes, continuará<br />

hasta que el Espíritu de lo alto sea derramado sobre el pueblo de Dios (v. 15). Entonces también<br />

la naturaleza reflejará el factor vital que está en operación: ... el desierto se transformará en un<br />

campo fértil (v. 15) y la práctica <strong>del</strong> derecho y la justicia producirán un estado de verdadera paz<br />

(vv. 16 y 17; comp. v. 1).<br />

En los vv. 19 y 20, y en 33:1, hay dos pensamientos un tanto aislados, pero que cumplen la<br />

función de mostrar la amarga realidad a partir de la cual el profeta remonta el vuelo de la<br />

esperanza mesiánica. Los vv. 19 y 20 tienen como propósito alentar a los fieles en medio de<br />

circunstancias tan trágicas como la caída de todo un bosque (símbolo de los hombres fuertes que<br />

defienden la nación) y el total abatimiento de la ciudad (el profeta tiene en mente a Jerusalén; y<br />

en 33:1 tiene en mente a los asirios, los destructores de su nación). Pero expresa un “¡ay!” para<br />

ellos, porque a su debido tiempo el juicio divino se desatará también contra el destructor.<br />

Joya bíblica<br />

Porque ciertamente allí Jehovah será poderoso para con nosotros, ...<br />

Porque Jehovah es nuestro Juez; Jehovah es nuestro Legislador.<br />

Jehovah es nuestro Rey; él mismo nos salvará (33:21a, 22).<br />

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