Tomo 10 IsaÃas - ICE del Centro La Rioja 3029
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Manat.<br />
El ritual samaritano tenía pretensiones de gran santidad. Quizá a la luz de Ezequiel 44:19 se<br />
deba traducir el v. 5 así: No te acerques a mí, no sea que te transmita santidad. El contacto con<br />
las cosas o las personas consagradas, según el ritual leví-tico, imposibilitaba a las personas<br />
seculares para realizar alguna labor común o profana. Parece que este aspecto <strong>del</strong> ritual levítico<br />
había sido adoptado pretensiosamente por los sacerdotes samaritanos. Es por esta razón que la<br />
RVA ha traducido la segunda parte <strong>del</strong> v. 5 así: No te acerques a mí, porque soy más santo que<br />
tú. Tanto judíos como samaritanos se culpaban unos a otros, desde aquellos días <strong>del</strong> retorno a<br />
Sion, de ser ritualmente impuros.<br />
El v. 5b y los vv. 6 y 7 expresan el celo de Jehovah contra estas prácticas de los samaritanos.<br />
El v. 7, al hablar de vuestros padres, expresa, no obstante, que los samaritanos no quedaban<br />
excluidos de los planes de redención, si es que de manera individual optaran por la fi<strong>del</strong>idad a<br />
Jehovah, ya que también sobre ellos ha sido pronunciada la bendición de Dios (v. 8; comp. Gén.<br />
22:16 y 17). También el v. 9 expresa la unidad de un remanente de Judá y de Israel en los planes<br />
redentores de Dios. Una expresión visual de la bendición divina es la posesión de la tierra y el<br />
florecimiento de sus regiones, aun las más desérticas como la <strong>del</strong> valle de Acor (v. <strong>10</strong>).<br />
Pero aquellos que conscientemente abandonan a Jehovah y rechazan sus designios con<br />
respecto a la elección <strong>del</strong> monte Moriah como lugar de su morada, serán destinados a la espada,<br />
porque a pesar <strong>del</strong> llamado divino no respondieron y escogieron más bien lo que no agradaba a<br />
Jehovah. Por cierto, esta sentencia incluye a judíos y samaritanos (vv. 11, 12).<br />
Semillero homilético<br />
Tres pecados que Dios aborrece<br />
66:3, 4<br />
Introducción: Muchos en el mundo practican toda clase de actividades<br />
religiosas con el fin de agradar a Dios. Muchos luchan por ser aceptados por<br />
Dios, porque piensan que Dios requiere actos en vez de la fe. Veamos tres<br />
prácticas que Dios aborrece.<br />
El sincretismo.<br />
Manifestado en actos religiosos de toda índole (v. 3).<br />
Manifestado en seguir su propia razón y no buscar la voluntad de Dios (v.<br />
3).<br />
<strong>La</strong> indiferencia.<br />
Indiferencia en cuanto a lo que Dios requiere (v. 3).<br />
Indiferencia con relación a lo que satisface al hombre (v. 3).<br />
III. <strong>La</strong> rebeldía.<br />
No quisieron escuchar la voz de Dios (v. 4).<br />
Se inclinaron al pecado en vez de la obediencia (v. 4).<br />
Conclusión: En contraste con los pecados que cometemos, Dios invita a los<br />
seres humanos para escuchar y responder a sus palabras. Dios se caracteriza<br />
por su fi<strong>del</strong>idad hacia nosotros a pesar de nuestras transgresiones.<br />
En los vv. 13–15 se vuelve a usar <strong>del</strong> concepto de los siervos de Jehovah. Ellos son tanto<br />
judíos como samaritanos que han elegido servir a Jehovah poniendo a un lado todo tipo de<br />
prácticas condenadas por la enseñanza profética. El porvenir de los siervos de Jehovah es la<br />
prosperidad y la victoria; el porvenir de los que abandonan a Jehovah es la carencia de todo, la<br />
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