Tomo 10 IsaÃas - ICE del Centro La Rioja 3029
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normas que se infringen (Sal. 51:4).<br />
Conclusión: El pecado causa tremendos estragos en las relaciones que el<br />
hombre debe tener con Dios. Todos los hombres, a menos que arreglen su<br />
situación espiritual con Dios, sufren las consecuencias (Rom. 3:23 y 6:23).<br />
5. Lo que separa al pueblo de su Dios, 59:1-15<br />
En esta sección se continúa el mensaje de la sección anterior destinada a hacerle entender al<br />
pueblo de Judá por qué su religión, por espiritual que pareciera le resultaba inefectiva: ¿Por<br />
qué... no hiciste caso? ¿Por qué... no te diste por aludido? (58:3). Así como a partir de 58:3b el<br />
Señor responde a estas preguntas, también a partir de 59:1 el profeta expone la respuesta de<br />
Dios: Vuestras iniquidades son las que hacen separación entre vosotros y vuestro Dios (v. 2).<br />
Joya bíblica<br />
Como ciegos palpamos la pared; andamos a tientas, como si no<br />
tuviésemos ojos. Tropezamos tanto al mediodía como al anochecer;<br />
estamos como muertos entre los robustos (59:<strong>10</strong>).<br />
Después de las declaraciones de los vv. 1 y 2, que retoman la respuesta <strong>del</strong> profeta a las<br />
preguntas planteadas por el pueblo de Judá en 58:3, el profeta expone los pecados <strong>del</strong> pueblo (vv.<br />
3–8). Luego, en los vv. 9–11, se amplía la exposición de las consecuencias de las iniquidades <strong>del</strong><br />
pueblo que, en resumen, han alejado la realización de la plena redención y han sumido al pueblo<br />
en la tiranía de la oscuridad espiritual (comp. Deut. 28:29). Y en los vv. 12–15 el profeta<br />
confiesa los pecados de su pueblo, llegando a la antesala de la intercesión por su pueblo, pero se<br />
calla al alcanzar este punto. Entonces Jehovah, viendo que no había quién pudiese interceder<br />
(comp. Eze. 22:30), interviene directamente para redimir a Sion tras un acto de juicio. Este es el<br />
tema de la próxima sección.<br />
El profeta se dirige primero al pueblo con el pronombre vosotros (vv. 2, 3). Luego se refiere<br />
a ellos en tercera persona singular o plural (vv. 4–8). Finalmente, identificado con su pueblo<br />
habla de nosotros (vv. 9–13). En medio de estas palabras su pensamiento se dirige a Dios en<br />
confesión (v. 12), pero no alcanza la intercesión.<br />
6. Jehovah interviene y redime a Sion, 59:16-21<br />
Esta sección es un tanto misteriosa y difícil de explicar. ¿A qué se refieren las palabras <strong>del</strong> v.<br />
16 o a quién aluden? Este versículo revela sin duda la falta de un gran dirigente espiritual en Judá<br />
en los días anteriores a la llegada de Esdras y Nehemías. El profeta parece expresar su conciencia<br />
o conocimiento de sus limitaciones para ejercer ese papel. El no era un dirigente que pudiera<br />
manejar las masas de su pueblo, ni alguien que pudiera tener acceso al poder imperial. Es posible<br />
que no fuera de origen davídico ni perteneciera a la casta sacerdotal y que su misión profética no<br />
se haya proyectado desde la tribuna <strong>del</strong> orador. Era un poeta que en el silencio de su soledad<br />
concebía la actuación de Dios en la historia de su pueblo y en la historia universal. Pero él<br />
mismo quedaba paralizado ante el desarrollo de los acontecimientos, sintiéndose incapaz de<br />
actuar personal y directamente.<br />
Verdades prácticas<br />
Dios guiará a su pueblo, como en el pasado.<br />
Dios saciará al alma cuando pasamos por el desierto espiritual.<br />
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