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Tomo 10 Isaías - ICE del Centro La Rioja 3029

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confirma la Escritura con relación al descalabro <strong>del</strong> ejército asirio. Escribe<br />

que los sacerdotes egipcios le dijeron que Senaquerib se vio forzado a<br />

retirarse de Pelussio debido a una plaga de ratones... el v. 33 de Isaías 37<br />

parece confirmar este hecho. Este hecho milagroso, que originó tal<br />

descalabro, y el avance <strong>del</strong> etíope Tirhacan, lo indujeron a retirarse con su<br />

ejército, que estaba a la vez bien disminuido. En los escritos de Senaquerib<br />

no se menciona la toma de Jerusalén. Posteriormente vino su muerte trágica,<br />

mientras adoraba en un templo dedicado a Nieroc, sus hijos Adramelec y<br />

Sarezer lo asesinaron. El hijo menor, favorito <strong>del</strong> rey llamado Esarjadón,<br />

reinó en su lugar (2 Rey. 19:37). Así terminó la vida de soberbia y altivez de<br />

este rey asirio.<br />

<strong>La</strong> <strong>del</strong>egación judía no respondió palabra y volvió al rey Ezequías con sus vestiduras<br />

rasgadas.<br />

2. Isaías anuncia la liberación, 37:1-7<br />

Ezequías, vestido de duelo, entró a orar en el templo (v. 1). Luego envió a Isaías,<br />

posiblemente a su casa, una <strong>del</strong>egación que tenía al frente a Eliaquim y a Sebna, los mismos que<br />

formaron parte de la <strong>del</strong>egación enviada al Rabsaces (v. 2), para pedir su intercesión ante Dios<br />

(v. 4). <strong>La</strong> alta investidura de los miembros de esta <strong>del</strong>egación demuestra en qué grande estima<br />

tenía ahora el rey a Isaías. Y es posible que poco antes de la marcha <strong>del</strong> ejército asirio a Jerusalén<br />

se hubiera producido un gran cambio, una conversión, en la persona <strong>del</strong> rey de Judá. Al menos,<br />

eso parece revelar sus palabras en el v. 3, en que reconoce su gran pecado por apoyar la política<br />

de la alianza con Egipto. En el mismo versículo usa de un proverbio popular que describe la<br />

grave situación: la extrema debilidad espiritual, moral y física <strong>del</strong> pueblo exhausto en el<br />

momento de mayor peligro y humillación.<br />

Semillero homilético<br />

Una promesa cumplida<br />

37:21–38<br />

Introducción: En épocas de campañas políticas se escuchan miles de<br />

promesas. Cada candidato promete lo que cree que resultará en mayor<br />

número de votos. Pero después de las elecciones los candidatos elegidos<br />

tienden a olvidar sus promesas. En este caso vemos que Dios cumplió con la<br />

promesa que hizo.<br />

El origen de la promesa (vv. 21–29).<br />

Algunos prometen sin la intención de cumplir.<br />

Dios hizo la promesa, y cumple con ella.<br />

El contenido de la promesa (vv. 30–35).<br />

Tiempo de preparación (vv. 30, 31).<br />

Un remanente brotará (v. 32).<br />

Protección de la invasión <strong>del</strong> ejército enemigo (v. 33).<br />

Dios salvará a la ciudad (v. 35).<br />

III. El cumplimiento de la promesa (vv. 36–38).<br />

En una forma milagrosa.<br />

En un testimonio victorioso <strong>del</strong> Dios de Israel.<br />

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