FINAL-VISIÒN_EDUCATIVA_17
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En tercer lugar que el docente cree una conducta generalizada para<br />
formularse interrogantes sobre lo deseable y lo valioso, el hecho de educar<br />
requiere hacer juicios de valoración y enseñar a los estudiantes a hacer lo mismo<br />
con dignidad. En cuarto lugar, la ética, como ya se había dicho, como valor<br />
aprendido del docente permite orientar su conducta teniendo como referente la<br />
moral de la educación. Se debe formar al docente con alto grado de capacidad<br />
reflexiva sobre las implicaciones de su desempeño para y con los estudiantes.<br />
En quinto lugar, fortalecer el pensamiento crítico y constructivo del docente,<br />
esto incluye la capacidad para comprender, reestructurar, analizar, esquematizar,<br />
proponer y adherirse al conocimiento; facilitando experiencias enriquecedoras con<br />
los estudiantes. Todas estas características se adquieren con un aprendizaje de la<br />
matemática desde el desarrollo del pensamiento crítico.<br />
La tríada precisa al profesor como un investigador de las diversas<br />
manifestaciones intrasubjetivas de los actores del proceso educativo y de las<br />
múltiples relaciones intersubjetivas que se presentan entre ellos y con los actores<br />
de su entorno próximo. Esto, paralelo a su trabajo como facilitador de<br />
herramientas para el desarrollo del pensamiento crítico y de los valores en sus<br />
discentes.<br />
Por otro lado, surge con la tríada nuevas posturas que tienden a cambiar el<br />
horizonte rígido y vertical de la matemática en el proceso enseñanza-aprendizaje,<br />
para incluir posiciones cambiantes y dinámicas como la etnomatemática, la socio<br />
epistemología, entre otras. Sin dejar de resaltar el estudio de la matemática<br />
emocional y las innovaciones recientes, en las cuales se suscribe esta<br />
investigación.<br />
Los elementos epistemológicos de la tríada no están acabados, sino que se<br />
construyen día a día en cada momento donde se enseña matemática, de allí el<br />
hecho que uno de sus componentes sea una pedagogía no tradicional, ni rígida<br />
sino liberadora y critica.<br />
Es menester que esta educación, que se deriva de la pedagogía integral,<br />
tienda a una forma subjetiva de construcción del conocimiento, aceptando que hay<br />
diferentes visiones entrelazadas de un problema y que el ser humano se<br />
desenvuelve de acuerdo con un bagaje de conocimientos de su historia, de su<br />
familia, de su contexto.<br />
3. A modo de conclusiones<br />
En suma, la formación de un ser-humano a través de la pedagogía integral<br />
propende un ser solidario, ético, que este abierto a los cambios e innovaciones<br />
con mente dinámica, requiere de la deconstrucción de la pedagogía tradicional de<br />
la matemática para poner en escena una ciencia renovada, integral, inclusiva, que<br />
mire al ser humano en su totalidad, en general la educación contextualizada y con<br />
sentido.<br />
Desde luego, no se desprende de la tríada que la abstracción y la<br />
rigurosidad en la matemática sea execrada, se trata de ver a la ciencia ya no como<br />
REVISTA VISIÖN <strong>EDUCATIVA</strong> IUNAES<br />
Vol. 8, No. <strong>17</strong> Abril de 2014 a Septiembre de 2014<br />
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