temas_21
temas_21
temas_21
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ambientación que correspondía a enfermas pensionistas 17 y los túneles de servicios que<br />
se utilizaban hace 100 años para calefaccionar los pabellones.<br />
Incursioné sola por la planta alta hacia fines del año 2002, dado que no forma<br />
parte de la visita. Era un basural. Seguramente el depósito de todo el mueblerío viejo y<br />
roto que estaba abajo, más lo propio. Los techos, las paredes, las salas, mostraban un<br />
abandono y suciedad total.<br />
En realidad, lo que no se dice, es que este Pabellón fue cerrado por orden de la<br />
Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2000. En la Revista de<br />
la Defensoría aparece que “una inspección ... develó las condiciones infrahumanas en<br />
las que vivían las internas del pabellón Charcot del Hospital Moyano” 18 . Había en ese<br />
momento allí 1.600 mujeres hacinadas, de las cuales la tercera parte estaba en condiciones<br />
de salir con el alta médico.<br />
2.2. “La Mazorca”<br />
Patrimonio Cultural Hospitalario<br />
La visita continúa por los “restos del cuartel de la Mazorca”. Las ruinas brindan<br />
el anclaje ideológico en la Buenos Aires de la contradicción fundamental entre civilización<br />
o barbarie. Los restos son parte del Instituto Mercedes Lasala y Riglos, que<br />
destinado a niños expósitos, pasa a jurisdicción del Hospital Nacional de Alienadas en<br />
1929, cuando se produce el traslado de los chicos a la cercana Casa Cuna 19 .<br />
Un aljibe forma parte de la puesta en escena, representada por un empleado del<br />
hospital que brindará un pantallazo de la época rosista y de Cuitiño, jefe de la Mazorca.<br />
También nos contará que el lugar está atravesado por túneles muy antiguos que<br />
surcan toda la zona de la ex Convalecencia (Moyano, Borda, Rawson y Plaza España)<br />
y llegan al Riachuelo o a la actual estación ferroviaria de Constitución.<br />
Los túneles, adivinados bajo la tierra, nos remiten a lo oculto, lo sombrío, lo<br />
horrendo, el delito. En realidad los túneles pueden existir o no, pero lo que aquí se analiza<br />
es el discurso que se emite.<br />
La decisión de conservar estos restos como un montaje o decorado no se produce<br />
por azar. Tiene que ver con la vigencia de esa visión médica hegemónica de hace 120<br />
años atrás que aquí se mantiene intacta. Para una persona no interiorizada en ello, sim-<br />
16. Las visitas comenzaron durante el año 2002 y continúan hasta el presente (abril de 2003)<br />
17. En los hospitales públicos existían dos categorías de internados: los pensionistas, que pagaban su internación e incluso (los<br />
más pudientes) el salario de un asistente privado, y los indigentes. Los primeros no estaban obligados a trabajar en los talleres de<br />
distinto tipo, la limpieza o la huerta.<br />
18. Revista Ciudad Abierta del 9 de marzo de 2001.<br />
19. La Sociedad de Beneficencia había trasladado a unos niños a la Convalecencia en 1868. En 1873 la casa de expósitos de la<br />
calle Moreno y Balcarce se traslada al Instituto Sanitario Modelo de la calle Montes de Oca (Casa Cuna). Se evacuó en ese momento<br />
la casa auxiliar de la Convalecencia que pasó a ser Asilo de la Pobreza y el Trabajo o “Asilo del Buen Pastor”, que nuevamente<br />
en 1894 es sucursal de la Casa de Expósitos.<br />
175